"Mi mamá le pidió ir al baño, lo trataba de calmar, y cuando la dejó ir se encerró. Llamó al 911 pero no la atendían, entonces me llamó a mí, me dijo que mi papá estaba muerto, que lo habían matado". Se trata del relato de Greta Gramuglia, la hija del dueño del vivero "Las Acacias", en la localidad bonaerense de Rafael Calzada, que fue escenario de una toma de rehenes que terminó con la muerte de dos personas.
"Llamé yo al 911 y como seguían sin venir me fui a la comisaría. Llegamos con la Policía y lograron sacar a mi mamá y a la empleada que la ayuda en la casa", contó Greta en diálogo con Clarín.
"Creemos que entraron por la casa de un vecino, por la terraza. Mi papá le había ido a dar de comer a mi tío discapacitado, que vive en una propiedad trasera, y como tardaba tanto mi mamá fue a buscarlo. Cuando llegó a un pasillo que conecta con la casa se encontró con uno de los ladrones que le dio una puñalada en el cuello, gracias a Dios no le hizo nada", dijo la mujer de 46 años sobre el hecho que comenzó antes del mediodía de este martes.
Además, manifestó que su mamá Gladys está "internada pero fuera de peligro" y que los tres delincuentes querían "toda la plata".
Con respecto a la versión de que uno de los empleados que terminó muerto sería el supuesto entregador, Greta puso en duda esa posibilidad. "Hace más de 15 años que él vivía en la casa, mi papá le prestaba el lugar, él lo ayudaba con el vivero, era un amigo de la familia. Lo que me suena verosímil es que lo hayan escuchado hablando de algo o que haya contado algo que terminó en que ahí había plata", aseguró.