Un joven murió este martes baleado por policías que presuntamente se defendieron cuando los atacó con un cuchillo, en el barrio porteño de Villa Crespo. Si bien la hipótesis de los efectivos fue que se trató de un caso de legítima defensa, los tres quedaron detenidos a disposición del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 49, a cargo de Ángeles Mariana Gómez Maiorano, y del fiscal Marcelo Retes.
Un testigo confirmó que el hombre los atacó con un cuchillo. "Vino un patrullero a notificar al encargado del edificio de enfrente y mientras esperaban un auto se detuvo detrás del patrullero. El hombre se bajó con un cuchillo y atacó primero al conductor (del móvil policial), le cortó parte del cuello y la mano y después fue del lado del acompañante pero la policía se bajó antes", relató este miércoles un testigo del hecho a un móvil de TN.
Según su versión, antes del ataque no hubo ninguna conversación: "Se bajó y fue directo a atacarlo", expresó.
Según informaron fuentes judiciales y de la fuerza policial, el hecho ocurrió este mediodía en Malabia al 900, entre Castillo y Jufré, donde dos efectivos de la comisaría 15B de la Policía de la Ciudad estaban a bordo de un patrullero y, según el testimonio de los oficiales, estacionaron el móvil para concretar una diligencia judicial, pero imprevistamente apareció un joven, cuya identidad no fue dada a conocer, y que tenía un cuchillo en su poder.
El sujeto, sin mediar palabra, atacó al policía a través de la ventanilla del lado del conductor, que estaba baja, hiriéndolo en el brazo. En ese momento efectuó un disparo pero el joven intentó agredir a su acompañante. Los voceros añadieron que la inspectora efectuó tres disparos pero como la víctima no depuso su actitud le dio un último disparo hasta que cayó al piso.
El joven, vestido con zapatillas, pantalón de jogging negro, buzo gris capucha y campera azul, quedó muerto boca abajo en el medio de la calle Malabia. Una ambulancia del Sistema de Atención Médica de Emergencia (SAME) arribó al lugar y trasladó al oficial Pérez al hospital Churruca de Parque Patricios, aunque su salud no corría peligro.
Los médicos constataron que la víctima murió a raíz de las lesiones sufridas y personal de Gendarmería Nacional realizó las pericias correspondientes.
Los investigadores procuraban determinar las circunstancias de la muerte y la jueza Gómez Maiorano dispuso la aprehensión de los tres policías y el secuestro de sus armas reglamentarias calibre 9 milímetros.