“La verdad que fue un año bastante complicado, que sigue ya que la lucha no terminó. Hay que tratar de cuidarse, no hay otra. A uno le parece mentira que nos haya pasado eso, tan rápido. Ni soñábamos que nos podía llegar a pasar algo así y nos tocó ser los primeros. Gracias a Dios lo pudimos superar bastante bien, pero de todas maneras seguimos cuidándonos como todo el mundo”, asegura Raúl Losardo, que junto a su mujer María Emilia fueron los dos primeros casos de coronavirus en Azul, hace exactamente un año.
¿Qué cambió en los últimos doce meses?
María Emilia: A mí me parece que cambió un montón todo. Ahora la gente no está tanto tiempo internada, se resuelve más rápido. Todos aprendimos un montón. Por ejemplo los tests nosotros tuvimos que esperar una semana para ver el resultado. Cuando nos pasó a nosotros, y con los primeros casos tambien, todo el mundo atacaba al que estaba infectado, y hoy en día hay una mirada más solidaria.
Raúl: Creo que los chicos todavía no tienen tanta conciencia, no se respetan los protocolos. Este fin de semana fue bastante caótico, y a pesar que desde el Estado se han hecho muchas campañas, ahora es conciencia nuestra, de responsabilidad individual. Nosotros seguimos cuidándonos.
¿Qué se acuerdan de aquel 25 de marzo que les confirmaron que tenían coronavirus?
M.E.: Ese día fue una locura. A mí en un principio me iban a enfermar porque estaba con fiebre hace varios días, evidentemente algo tenía, después supe que era corona. Cuando me dijeron que me iban a aislar me puse re mal y caminaba como loca por la casa. Llamé a cuanta doctora pude y les decía que no me quería internar. Me acuerdo que vino la ambulancia el chofer se bajó y casi que cortaron la calle. Fue a las 11 de la noche, por suerte no había un alma. Y bajaron los médicos todos vestidos como astronautas. Hoy creo que vas solo a internarte, pero en ese momento era de esa manera. Me acuerdo que nos llamó el Doctor Maraschio y nos dijo que teníamos corona los dos. El hecho de ir con Raúl me cambió todo, saber que no iba a estar sola me cambió todo.
R: Nos vistieron en la vereda antes de subir a la ambulancia, fue algo raro. Nunca habíamos pasado por algo así. Nos pedían que no toquemos nada, era todo nuevo.
¿Y cómo fue la recuperación en el Hospital Pintos?
M.E.: Yo estuve dos semanas y Raúl 21 días. Los médicos entraban poquito. Nos hacían los controles y apenas nos entraban la comida. El resto de los controles nos los teníamos que hacer nosotros y los pasábamos a través del vidrio. Todo lo que entraba a la habitación se descartaba. Hemos jugado a las cartas, al rumí, he leído como nunca. En mi caso fue lo más parecido a una gripe fuerte. No tuve ni tos, ni pérdida de olfato. Cuando me dieron el alta no me quería venir porque era muy duro dejarlo a Raúl. Los días que estuvo solo yo creo que no lo pasamos nada bien.
R: Yo destaco el acompañamiento de las enfermeras, del personal del hospital, fue espectacular. Se grababan videos entre ellos viendo como tenían que vestirse, como cuidarse, porque siempre había nuevos protocolos. Era todo muy dinámico. Tanto los médicos como las enfermeras nos daban siempre una palabra de aliento, todos nos ayudaron. Yo estuve más tiempo y si bien no estuve entubado ni en terapia, estuve con oxígeno cuatro días.
¿Sintieron la presión de ser los primeros contagiados en Azul?
M.E.:Me angustió mucho que nuestros hijos, aunque son grandes, tuvieran que salir a defendernos en un momento en el que ellos ni sabían qué nos pasaba. En ese momento era corona o muerte, era muy duro tener que pasar por esa situación. Mi hijo Kevin se hizo cargo del negocio, tuvo que salir a aclarar cosas. Afortunadamente la sociedad cambió y hoy no condenan al que lamentablemente le toca padecer ese virus.
¿Ya recibieron la vacuna?
R: Estamos anotados, soy persona de riesgo por edad y porque tengo un poquito de diabetes, pero todavía no estoy dentro del grupo que tendrían que empezar a vacunar. Supuestamente decían que los que tuvimos covid nos podían dar una dosis sola, pero todavía no se sabe.