El duro mensaje de una médica azuleña: "Amo mi profesión, pero el agotamiento es inexplicable"

María Romina Perli es emergentóloga en el Hospital Pintos y publicó un posteo en Facebook que se volvió viral y recibió cientos de mensajes de apoyo.

El duro mensaje de una médica azuleña: "Amo mi profesión, pero el agotamiento es inexplicable"

"Solidaridad, cansancio y compromiso eso es lo que sentimos y te pedimos. Mi nombre es María Romina Perli medica emergentóloga; uno de los pocos médicos del staff que estamos en la guardia del hospital Dr. Ángel Pintos de Azul. Recorro los pasillos del hospital día y noche; de la sala de emergencias, guardia, sala y sector covid al igual que todos mis compañeros. Guardias interminables de 12, 24 o 36 horas, cansados, agotados, desahuciados", así arranca el posteo de la médica azuleña María Romina Perli que se volvió viral rápidamente en Facebook en medio del crecimiento de contagios de coronavirus en el partido.

"El cansancio no solo es físico; ya que todos los días y desde el mes de enero nos veníos preparando para todo esto. Estrategias de triage, lugares y acondicionamiento de sectores aislamiento, simulacros de colocación de EPP, leyendo bibliografía a contra reloj en español, ingles y nos falto en chino y/o japonés. La angustia que se vive en el sector salud la venimos evidenciando desde hace meses, sosteniéndonos anímicamente entre todos, llorando por los rincones, escondiéndote de tu compañero cuando se te caen las lagrimas; y ni hablar de nuestras familias", continúa el texto de la doctora.

Solidaridad, cansancio y compromiso eso es lo que sentimos y te pedimos. Mi nombre es María Romina Perli medica...

Posted by Romina Perli on Thursday, September 17, 2020

"Las largas jornadas con el equipamiento de protección personal dejan marcas en nuestras manos y rostros; que a demás de enfrentar una enfermedad nueva tenemos la presión propia y la de los demás de salvar al paciente. De no olvidarnos ningún paso en la colocación del equipo en uno mismo o en la de un compañero . No importa la edad del paciente, religión, y mucho menos la clase social. Amo mi profesión, pero el agotamiento es inexplicable", se sinceró.

Sobre el final, la doctora fue contundente: "Una fiesta, una reunión, el festejo de la llegada de la primavera pueden esperar. Lo que no puede esperar es que vengas al hospital con dificultad respiratoria y no nos alcancen las manos para atenderte; ya que el otro paciente que vino antes que vos es tu papá, tu mamá, tu abuelo o un amigo; ese con el cual compartiste un mates, o una cerveza del mismo envase. Solo te digo que esto también pasara, pero solo si vos nos ayudas".