La policía Belén San Román, de 25 años, falleció luego de dispararse con su arma reglamentaria en la cabeza en su casa de Bragado. Su ex había difundido fotos íntimas de ella, y la oficina de Asuntos Internos le había iniciado un sumario.
Belén conoció a Tobías Villarruel en la cárcel y creyó que “era buen chico”, que le estaba dando una oportunidad a alguien que “había cometido un error”. Ella era policía de la Bonaerense y trabajaba en el Comando de Patrulla Rural, de Bragado. Con dos hijos de 2 y 8 años comenzó una relación con Tobías, que cumplía una condena por robo agravado desde hacía dos años después de asaltar una panadería.
El final de esta historia fue trágico, ya que la joven se quitó la vida después de que Villarruel difundiera un video íntimo y se viralizara en Bragado, una ciudad ubicada a 210 kilómetros de Buenos Aires.
El preso la grabó durante un encuentro virtual y comenzara a extorsionarla. La acosó sin descanso hasta que las imágenes circularon por toda la ciudad. Luego de 20 días de tormento, Belén desenfundó su arma y se disparó, agonizando cuatro días en el Hospital Municipal San Luis.
La Fiscalía N° 6 de Mercedes, a cargo de Luis Carcagno, investiga la muerte de Belén, junto a la Ayudantía Fiscal de Bragado, en manos de Virginia Pérez.
Los investigadores secuestraron una carta que dejó la joven antes de dispararse con su pistola reglamentaria. Ahora peritan su computadora y su teléfono celular.
Los vecinos y conocidos vieron y viralizaron del video íntimo y a Belén se le llenaron las redes sociales de comentarios negativos. Como si esto fuera poco, Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense le inició un sumario administrativo por la difusión de esas imágenes.
En la carta que encontraron junto a ella pidió perdón a sus hijos y a su familia, por lo que estaba a punto de hacer. Pero, consciente de los delitos de los que había sido víctima, también dejó la clave de su teléfono celular: con ese dato lo peritarán e investigarán lo que padeció durante los días previos.
“Toda la secuencia y lo que hizo ella no lo voy a juzgar, acá la única víctima de violencia de género fue ella. Yo no vi nada, como papá no quise ver nada, porque me iba a provocar mucho dolor. O no sé si dolor, dolor siento porque a ella no la tengo más, pero lo que quiero dejar en claro es que mi hija fue una víctima en todo esto”, explica Marcelo San Román, el papá de Belén.
“El día de mañana, cualquier mujer hace un video y la otra persona le falla como le falló este hombre a mi hija, y lo empieza a difundir. Quiero que el que lo reciba piense dos veces antes de reenviarlo y viralizarlo: que se acuerden que por esa situación una chica de 25 años se quitó la vida”, se lamenta el papá de la joven.
Desde julio del año pasado, en la Cámara de Diputados está frenado un proyecto de ley presentado por la senadora santiagueña Claudia Ledesma Abdala que propone penar la difusión de contenidos no consentidos de desnudez, sexual o erótico, incluso si se han obtenido con autorización de la víctima.
Lo denominan “Ley contra la Pornovenganza”. Después de lo que pasó con su hija, Marcelo tuvo que aprender de qué se trata. “Que los diputados actúen, tiene que salir esa ley para proteger a las mujeres. No sé qué están esperando”, les ruega. “Esto se tiene que terminar, lo que le pasó a mi hija le puede pasar a cualquier otra mujer”, cierra el hombre.