El Papa Francisco describió hoy a algunos centros de refugiados de Europa como "campos de concentración", al rendir homenaje a una cristiana desconocida que fue asesinada por su fe ante los ojos de su marido musulmán.
"Estos campos de refugiados muchos de ellos son campos de concentración, (...) abandonados a los pueblos generosos que los acogen, que tienen que sacar adelante este peso porque los acuerdos internacionales parecen ser más importantes que los Derechos Humanos", afirmó Francisco este sábado en una ceremonia en memoria de los mártires modernos del cristianismo.
Saliéndose del guión que llevaba preparado y mostrándose emocionado mientras hablaba, el pontífice argentino afirmó que quería que la mujer fuese recordada junto con otros mártires en la basílica de San Bartolomé, en Roma.
Francisco explicó que había conocido al esposo de la fallecida y a sus tres hijos en una visita a un campamento de refugiados en la isla griega de Lesbos el año pasado. "No sé si este hombre está todavía en Lesbos o ha logrado ir a otra parte. No sé si ha sido capaz de huir de ese campo de concentración", dijo el papa.
"Me dijo: Padre, yo soy musulmán pero mi esposa era cristiana. A nuestro país vinieron los terroristas (...) vieron el crucifijo y nos pidieron que lo tiráramos al suelo. Mi mujer no lo hizo y la degollaron delante de mí. Nos amábamos mucho", contó el Papa citando al hombre.