El perito de parte elegido por la familia de Santiago Maldonado para participar de la autopsia del cuerpo hallado en el río Chubut es Alejandro Incháurregui, un reconocido profesional que participó en varios procedimientos controversiales.
Incháurregui fue parte del equipo que identificó cientos de cuerpos de desaparecidos en todos los continentes, víctimas de matanzas en El Salvador, Guatemala, Chipre, Bosnia, Angola. Allí comprendió que recuperar los restos de un ser querido es importante en todas las culturas para completar el duelo, además de constituir una prueba para la Justicia. Aunque fue un profesional sin descanso, Incháurregui tuvo su gran momento cuando fue convocado a reconocer con su saber, como miembro del Equipo, los restos del Che Guevara.
En 2002 Incháurregui dejó el Equipo de Antropología Forense porque fue convocado por León Arslanian, ministro de Seguridad y ex juez del Juicio a las Juntas, para hacerse cargo de la Dirección de Personas Desaparecidas en la provincia de Buenos Aires.
Desde allí, contribuyó a localizar a las familias de bebés abandonados, pero también a la búsqueda de identidad de adultos adoptados ilegalmente, una práctica naturalizada.Uno de los casos más resonantes fue el de la locutora Clara Lis Pereyra , vendida al nacer por una partera. Con otras víctimas de la mujer, que tenía un negocio montado para la comercialización de bebés de madres jóvenes que entregaba a familias más pudientes, tuvo la satisfacción de ver llegar a los culpables a juicio oral.
El momento tal vez más difícil de su gestión fue la desaparición de Jorge Julio López, exdesaparecido en dictadura el día de la sentencia del represor Miguel Etchecolatz en setiembre de 2006. López, testigo de cargo contra el policía, mano derecha del general Ramón Camps, jefe de la Bonaerense durante en los 70, había dejado su casa para ir a tribunales y jamás llegó.
A poco de asumir el ministerio de Seguridad Cristian Ritondo, el ministro de María Eugenia Vidal, intentó que la Dirección de Personas Desaparecidas pasara a la órbita de la Policía Bonaerense. Un entredicho entre Incháurregui y el juez Federal Sergio Torres en torno a una demora de un importante trámite en el juzgado, a juicio del ex antropólogo forense totalmente injustificada, terminó con su apartamiento.
Ahora, Incháurregui tiene otra vez en sus manos un caso delicado e histórico vinculado con la violación a los derechos humanos. Fue elegido por la familia de Santiago Maldonado como profesional y perito de confianza, para garantizar la transparencia de la dolorosa experiencia que les toca transitar, la identificación del cadáver aparecido en el río.