Tras "convertirse en un gran mapping", esta noche el Obelisco se tiñó de naranja para sumarse a la campaña global en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
"Nos sumamos a esta campaña que busca sensibilizar y movilizar al público para generar conciencia y erradicar la violencia de género", explicó Eduardo Macchiavelli, ministro de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad.
La iniciativa se realiza anualmente desde 1991 y este año, desde la ONU, para poner fin a la violencia contra la mujer, se invita a pintar el mundo de naranja como símbolo de un futuro más brillante sin violencia.