Estados Unidos protagonizó una participación récord en las urnas en la elección presidencial y legislativa, la más alta en más de un siglo.
Según el Proyecto Electoral Estadounidense de la Universidad de Florida, más de 101 millones de estadounidenses votaron anticipadamente en las elecciones, incluidos más de 65 millones por correo.
Hace cuatro años votaron un total de 139 millones de estadounidenses, el 59,2% de la población en posibilidad de ejercer ese derecho.
La noche comenzó con triunfos predecibles para ambos candidatos. Trump se quedó con estados como Luisiana y Dakota del Norte, mientras que el botín de Biden incluye Nueva York y Virginia, que solía no tener clara preferencia política pero se convirtió en bastión demócrata.
La larga noche electoral de Donald Trump y Joe Biden es la más incierta de la historia, una espera trepidante: de hecho, el día de las elecciones abrió con el candidato demócrata favorecido en todas las principales encuestas pero con el presidente cree firmemente en su reelección y asegura que todo marcha bien.
Todo un país pegado a la pantalla de TV está esperando los resultados finales, sabiendo que se encuentra en la encrucijada entre dos visiones de futuro, nunca tan totalmente opuestas esta vez.
Con información de ANSA.