El burofax de Lionel Messi para pedir su salida cayó como una bomba en las oficinas del Barcelona. Josep Maria Bartomeu, presidente del club, convocó a una reunión de urgencia. Corren rumores sobre renuncias y presiones sobre el máximo dirigente. Mientras tanto, el primer paso de la cúpula derivaron las tratativas a asuntos legales de la institución, según informó la prensa española.
En principio, desde Barcelona aseguran que la cláusula que pretende ejecutar Messi para salir libre ya expiró porque tenía vigencia hasta junio. Incluso, según había informado Cadena SER previamente, la letra chica indicaba la obligación del futbolista de comunicar su decisión antes del 31 de mayo, algo que no ocurrió.
Así las cosas, la directiva se mantiene en su postura de que la única cláusula posible es la económica, que cuando se renovó el contrato en 2017 pasó de 250 a 700 millones, una cifra difícil de alcanzar no solo por el monto sino por las restricciones del Fair Play Financiero de la UEFA, que obliga a todos los competidores de competencias internacionales a mantener un balance entre ingresos y egresos.
Los cruces de Messi con Bartomeu no son nuevos y se profundizaron desde la negativa del presidente de repatriar a Neymar, una de los mejores socios de la Pulga a lo largo de su carrera. Hubo más: los cruces con Eric Abidal, el tira y afloja por los salarios durante la pandemia… ¿se viene un último round en la Justicia?
Fuente: Noticias La Liga