El sueño que mantiene el equipo argentino para clasificar a la segunda ronda de la primera ATP Cup de la historia pasó a ser una especie de utopía tras la dura derrota del dobles frente a Austria, que se impuso en dos sets sin sobresaltos y liquidó la serie con un contundente 3-0 sobre el equipo capitaneado por Gastón Gaudio.
Tras las derrotas iniciales de Guido Pella y Diego Schwartzman, frente a Dennis Novak y Dominic Thiem respectivamente, Máximo González y Andrés Molteni sucumbieron ante la dupla austríaca integrada por Oliver Marach y Jürgen Melzer (6-1, 6-4) y no pudieron conseguir un punto que podría haber sido importante para las ambiciones albicelestes.
El dúo argentino, que había logrado la victoria en el debut contra Polonia, nunca pudo meterse en partido ante su par austríaco, que se mostró más preciso y determinante en los momentos claves del match.
Mientras que en la manga inicial Marach y Melzer dominaron las acciones a piaccere, en el segundo set González y Molteni subieron su nivel devoluciones más incisivas y saques profundos. Sin embargo, esa producción no alcanzó para doblegar a los rivales de turno, que cerraron la victoria mediante un cómodo 6-3.
A rezar por un milagro
Consumada la caída ante Austria, ahora Argentina no solo precisa vencer a Croacia en la última jornada de la fase de grupos, sino que además deberá esperar un guiño de otros contrincantes.
En primer lugar, si Argentina venciera 3-0 a Croacia el próximo miércoles y Austria cayera frente a Polonia, el elenco nacional quedaría primero de su grupo y avanzaría sin problemas. Pero es algo bastante improbable, ya que los croatas vienen demostrando una gran performance y habría que aguardar el guiño de los polacos.
En el caso de que la albiceleste superara a los croatas sin perder un solo partido pero Austria lograra un triunfo, Pella, Schwartzman y compañía podrían aspirar a clasificar como uno de los dos mejores segundos.
Por su parte, si Argentina superara por 2 a 1 a Croacia y el equipo de Thiem venciera a los polacos, la ecuación matemática sería muy desfavorable para Argentina en función de los sets y games perdidos. Si se perdiera con cualquier marcador en la última fecha, Argentina si o si pegará la vuelta al país.