Una trabajadora de un call center encontró una cámara en el baño de mujeres, lo denunció a sus jefes, y le pidieron que no dijera nada. El caso escandalizó a la comunidad en Valladolid, España.
La trabajadora de Konecta Valladolid estaba en el baño y, cuando fue a agarrar papel higiénico, metió la mano en el dispensador y sobre la mano le cayó una pequeña cámara, que estaba sujeta con un imán.
La mujer recurrió inmediatamente a las autoridades de la empresa, pero, en lugar de llamar a la Policía como ella hubiera esperado, el responsable de sistemas comprobó que la cámara funcionaba y pidió a la mujer que buscar en los demás baños a ver si encontraba más dispositivos similares. Pero también le dijo que no dijera nada sobre su hallazgo, para "no crear alarma" y poder dar "ellos mismos" con el culpable de colocar las cámaras.
Al poco tiempo, ya con todas las trabajadoras al tanto de la situación, el sindicato UGT circuló carteles con leyendas como: "Te hacen mobbing… son relaciones personales", "tenemos a un exhibicionista a la salida de nuestro trabajo... está en la calle ¡búscate la vida!", "te ponen una cámara en el baño...cállate la boca porque creas alarma". A esa altura, se interpuso una denuncia en la comisaría de Policía Nacional.
El sindicato CSIF también emitió un comunicado: "Hemos preguntado por las medidas que se han tomado y la empresa nos indica que ha puesto la correspondiente denuncia en comisaría", informa.
Pero esta no es la única situación abusiva que sufren las trabajadoras de Konecta Valladolid: también hay en los alrededores del estacionamiento un exhibicionista que las espera a la salida del trabajo, entre las 20 y las 23.
Konecta envió un comunicado a eldiario.es para aclarar que "activó todos los protocolos" desde el conocimiento de la cámara oculta y puso el hecho "en conocimiento de la Policía".