El primero de los tres grupos de obispos argentinos que realizan la visita "ad limina" al Vaticano pidieron hoy por los que no tienen "pan, trabajo y seguridad".
En el último día de trabajo de la visita que realizaron 31 pastores de las regiones litoral, noreste y platense, el arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik, celebró hoy la misa de cierre de la semana de trabajo en la Basílica de Santa María la Mayor, en la que encomendó a la Virgen del Valle "a todo el pueblo de nuestra querida Patria".
"Para que con la sabiduría de los que la gobiernan acertemos con los caminos que nos conduzcan a una convivencia más fraterna, más justa y más atenta a muchas personas y familias que padecen la falta de pan, de trabajo y de seguridad", pidió Stanovnik en su homilía.
Desde mañana, el segundo grupo de obispos, integrado por 29 pastores de la región Buenos Aires, hará su visita al Vaticano y que incluirá, además de reuniones con todos los organismos de la Santa Sede, una reunión con el papa Francisco, el viernes 10, a las 10 de Roma (5 de la Argentina).
Entre los obispos del segundo grupo se encuentran el cardenal Mario Poli; el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) y obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, y el titular de Caritas Argentina y obispo de Quilmes, monseñor Carlos Tissera.
Establecida en el Código de Derecho Canónico, la llamada visita 'ad limina apostolorum' es realizada por todos los obispos del mundo cada cinco años para dar cuenta del estado de sus diócesis.
La última vez que los miembros de la CEA habían hecho la visita "ad limina" fue en 2009, cuando el Papa era Benedicto XVI, y el entonces cardenal Jorge Bergoglio presidía la institución.