Kim y Paolo trabajaban juntos en una reconocida empresa multinacional estadounidense, pero no fue hasta el Carnaval de 2013 cuando, gracias a un viaje a Gualeguaychú organizado por un amigo en común, empezaron a conocerse más, incluso mientras terminaban los preparativos del mismo, que incluyó recorrer el barrio porteño de Once para encontrar los disfraces adecuados para la ocasión.
"Pegamos un montón de onda y la pauta fue clara: durante el viaje no se hace nada. Fuimos cuatro hombres y cuatro mujeres. Éramos un grupo de solteros y solteras que concordamos en que alguna relación colapsaría todo. Pero un par empezaron a tener sexo y terminó todo mal", recordaron ambos, en una entrevista con Infobae.
A pesar de que el grupo se disolvió, ellos siguieron viéndose. Ella, de 26 años y oriunda de Ramos Mejía, cuenta: "Para su cumpleaños fuimos a una fiesta con otra amiga. Él tenía algo con ella y yo también. Ese día terminamos en mi departamento haciendo un trío. Fue la primera vez que estuvimos".
Para 2016 el vínculo estaba afianzado. "Planeamos un viaje a Italia y antes de irnos conocimos a nuestros respectivos padres, porque no queríamos mezclar las cosas", reveló el hombre de 31 años que nació y creció en Caseros.
En Milán comenzaron a trabajar como mozos para aprender el idioma. "Tampoco queríamos gastar todos los ahorros", contó Paolo. Justamente fue él quien, una noche, tras navegar por Internet, le mostró a Kim un sitio en el que se podían hacer shows eróticos en vivo y ganar dinero.
Ambos explicaron: "Siempre nos gustó filmarnos mientras teníamos sexo. Era y es nuestro fetiche. Hacíamos videos que no le mostrábamos a nadie, que quedaban para nosotros. Pero esa vez encontramos un lugar en el que podíamos hacer lo mismo y ver qué onda. No buscábamos ganar dinero, aunque obviamente nos servía".
"En ese entonces usábamos una cámara muy mala", rememoró Paolo. Aquel dinero del primer video fue invertido en mejor equipamiento. "El primer día que empezamos los shows no sabíamos si estábamos haciendo plata. Todo ese dinero fue invertido en equiparnos mejor: comprar la camarita, el micrófono, alguna lencería", agrega Kim.
Aquella noche también pactaron un detalle clave: todo lo difundido no podía llegar a la Argentina. "Europa tiene mucha cultura de consumo, nadie tiene vergüenza. Si bien los italianos son más reservados, es como que nos venían por atrás a decirnos que estábamos haciendo tal cosa. Se dieron cuenta rapidísimo. En ese momento le contamos a nuestros hermanos más chicos, necesitábamos desahogarnos porque estábamos solos. Ellos se mantuvieron callados. Pero después una nota que nos hicieron acá se hizo viral y todo se desmadró", indicaron.
Kim es la hermana del medio de tres mujeres. Paolo igual, pero de varones. De sus círculos más íntimos sólo sus padres desconocían lo que hacían del otro lado del mundo. Pero en 2018, sucedió lo impensado: "Se viralizó un video de nuestras vacaciones en Cancún. Eran 30 segundos nuestros, teniendo mucho sexo. Nuestros padres se enteraron por el video de WhatsApp".
Kim recordó: "Ese video le llegó a mi papá y a todos sus amigos. Estuvimos un tiempo sin hablarnos, estaba muy enojado y lo entendí. Vengo de una familia en donde el sexo no es tabú. No estuvo bueno. Nadie me quería atender".
Actualmente la pareja tiene un canal en Pornhub, el sitio de pornografía más visitado en el mundo. Se llama MySweetApple y en él son los protagonistas exclusivos de cada escena. El canal está ubicado entre los 100 más vistos de la web, con más de 220 millones de visitas entre sus contenidos.
"Creo que en un momento jugamos una carrera contra nosotros mismos para querer estar en más lugares. Lo que tiene la industria es que están las competiciones, los premios, y después te das cuenta de que un premio no te da una gota de felicidad", explicó Kim.
Paolo cuenta que prefieren escaparle a las grandes productoras pornográficas. "No queremos estar en un estudio y que nos digan lo que tenemos qué hacer. Queremos continuar con el espíritu amateur, tenemos sexo y lo filmamos. Escuchamos muchas cosas pero por suerte nos topamos con estudios tirando al lado feminista, productoras con directoras mujeres, contratos diferentes, en donde si una actriz no quiere hacer algo no lo hace. Está conectado con las formas antiguas en las que se hacían las cosas. No nos gusta que usen chicas que recién cumplen 18 y parecen niñas".
Kim explica lo competitivo que es el ambiente. "Cuanto más te das a conocer, más competencia va a haber. Queremos seguir compartiendo esto como pareja sin esa mala vibra". Y Paolo agrega: "Cada vez que progresás en porno recibís un sopapo digital, porque la competencia es sucia: mucha gente en vez de crecer se dedican a sabotearte el piso. Tenés que volverte más cuidadoso. Mucha gente está a la espera de que te equivoques. Hay grupos activistas que están intentando todo el tiempo cerrar las cuentas porno. En la primera que sos llamativo o popular empezás a ser reportado".
Sin embargo, Paolo y Kim, que viven en Barcelona, han logrado que el porno sea su sustento de vida. "Puedo decirte que más de la mitad de lo que ganamos lo ahorramos. Que si vamos al supermercado no miramos precios y consumimos todo lo que nos gusta. Y que una semana al mes viajamos. No hablamos de cuánto ganamos porque no queremos ensuciar lo amateur. Notamos que hay mucha gente que quiere saber cuánto ganamos para hacer lo mismo. Y se frustran, porque van atrás del dinero y se dan cuenta de todo lo que necesitás para lograrlo".
Sobre su rutina de trabajo, Kim cuenta: "Filmarnos es nuestro fetiche, entonces la cámara nos dan ganas de filmar. A veces estamos tirados, no tenemos ganas de hacer nada, pero me da un beso y sale un video de la nada. La cámara nos excita a empezar a hacerlo. Está siempre preparada". Y Paolo agrega: "Tenemos ganas siempre, eso hizo que podamos trabajar de esto. Estamos todo el día, todos los días, teniendo sexo. También nos masturbamos un montón. Somos muy sexuales los dos. Nunca estamos desganados".
Sobre el futuro, Kim cree que no van a filmarse por siempre, pero, por ahora, "nada es tan divertido o lucrativo como filmarnos nosotros". Y Paolo agrega que "este negocio es lo nuestro, nos va bien y vamos a explotarlo hasta lo que podamos".
Sobre su relación con la Argentina, cuentan que es muy estrecha, hace dos años vinieron de visita al país y sus familias los visitan todo el tiempo en Europa. Aunque Paolo reconoce que "extraña eso de que el domingo está el asado, la familia, y te quedás hasta tarde. Y que están ahí siempre. O juntarse con amigos. La tele argentina se extraña mucho. Son muchos años que vivimos allá. No nos fuimos enojados con el país, más bien de curiosos. Nos encantaría que todo esté mejor y que volver sea más fácil". Para Kim "Barcelona es muy parecido a Buenos Aires y tenemos muchos amigos argentinos. Hacemos cosas muy nacionales. Hay muchos restaurantes argentinos, socialmente estamos rodeados de toda nuestra cultura".
Kim cuenta que, por ahora, no quieren tener hijos. "Nosotros, desde que estamos solos, nos sentimos una familia" y Paolo agrega que quieren tener una casita, "con mucho pasto, terreno, animales. Nos gusta alejarnos de la sociedad. Pero somos gente de ciudad".