En el marco de un emprendimiento privado, un docente y estudiantes de la carrera de Ingeniería de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego (UNTDF), lograron mapear mediante la utilización de georradar un bosque petrificado en la provincia de Neuquén que dataría de unos 50 millones.
El hallazgo se produjo con este método no invasivo de análisis de materiales, basado en la transmisión de ondas electromagnéticas de banda ultra ancha que penetran hasta 20 metros bajo tierra, posibilitando la obtención imágenes del subsuelo desde la superficie. La tecnología es utilizada para la investigación o detección de objetos, estructuras, que se encuentran por debajo del nivel del suelo, con aplicaciones que van desde la construcción hasta el medio ambiente y la arqueología.
El grupo de investigación fueguino integrado por seis estudiantes de Ingeniería y liderado por del docente investigador del Instituto de Desarrollo Económico e Innovación (IDEI/UNTDF) Ing. Carlos Pane realizó por iniciativa particular ,durante el mes de enero, una experiencia en el Yacimiento Vaca Muerta (Norte) en Rincón de los Sauces, oportunidad en la cual por brindaron servicio técnico para mediciones de puesta a tierra y geoeléctrica y durante el tiempo libre realizaron diversas practicas ingenieriles en la zona.
En este caso "el georradar nos permitió detectar estos hallazgos arqueológicos a través de un simple objeto inicial: un tronco de árbol petrificado y semi enterrado, que fue el puntapié para descubrir un frondoso bosque antiguo, que a partir de ahora podría ser objeto de estudio", explicó el Ing. Pane.
Cabe destacar que los bosques petrificados son yacimientos paleontológicos en los que se encuentran árboles fosilizados procedentes de eras geológicas pasadas. La Patagonia es una de las áreas más ricas del mundo en este tipo de yacimientos por lo que el uso de georradares representa una manera efectiva para su análisis sin ningún tipo de alteración ni desgaste en la superficie ni en los materiales a analizar.