Con el correr de los años, Duki creció artísticamente de manera desmesurada, siendo de los argentinos más escuchados gracias a sus éxitos que se convirtieron en himnos del género. Y su inminente vuelta al trap con “Givenchy”, hace recordar sus primeros pasos en la música urbana y en la transformación que tuvo.
Tras un paso por competencias de freestyle como “El quinto escalón”, Duki se volcó de lleno a la música y fue el trap el género elegido. Su primer tema fue en 2016: “No vendo trap”.
Al año siguiente, Duko irrumpió en la escena con éxitos como “Hello Cotto” (15 millones de reproducciones en las primeras semanas), “Loca remix” con Khea y Cazzu, y “She don´t give a fo”, considerado uno de los himnos del trap argentino.
En ese entonces, el cantante argentino era considerado un “fuckboy”, con un costado más rebelde y controversial que el actual. De hecho, se lo vio vinculado a problemas con adicciones y peleas, además de ser políticamente incorrecto.
En 2018, su figura continuó en crecimiento con el lanzamiento de “Si te sentís sola”, luego de romper su vínculo con Omar Varela y Mueva Records.
Ese mismo año, nacería Modo Diablo junto a Neo Pistea e Ysy A, para seguir por la línea del trap y manteniendo el uso del autotune como sello característico de un género que cada vez ganaba más adherentes. En ese sentido, el artista seguía manteniendo su figura de rockstar, con tatuajes en la cara y actitud desafiante en las redes sociales.
A fuerza de reproducciones, Duki no sólo realizó su primer Gran Rex con entradas agotadas sino que también se presentó en los Premios Gardel 2018 junto a una orquesta, ocasión en la que interpretó la canción “Rockstar”, y fue portada de la revista Rolling Stones.
Su debut discográfico llegó en 2019 con “Súper sangre joven”, cuyo álbum contó con la participación de artistas como Khea, C. Tangana, Alemán, Ysy A y Eladio Carrión, entre otros. Pero su cambio radical y su salto a un mayor profesionalismo fue en 2020, cuando comenzó a trabajar con su familia y cuando le dio mayor importancia a la producción de sus canciones.
A mediados de 2020, fue nominado en las categorías “Mejor canción de rap/hip hop” por “Goteo” y “Mejor fusión/interpretación urbana” por su colaboración en “Hablamos mañana” en los Premios Grammy Latinos.
Dentro de ese cambio en su carrera, uno de los grandes pasos fue ir a Estados Unidos para producir un nuevo disco; allí nació “Desde el fin del mundo”. El cambio artístico -menos uso del autotune y más tarde el inicio de clases de canto- vino acompañado de una transformación personal, con una postura más sobria que la versión pasada.
Ya en 2021, consolidado como uno de los artistas más escuchados de Argentina y de la región, lanzó “Temporada de reggaetón”, apostando a un género más comercial que le quedó como anillo al dedo, pese a sus orígenes en el trap y al pedido del público de no olvidar su ADN como cantante.
Este año, apostó una vez más con “Temporada de reggaetón 2″ con éxitos como “Si quieren frontear” junto a De la ghetto y Quevedo. Este miércoles, se espera su ansiada vuelta al trap con el tema “Givenchy”, que será el último sencillo de este último álbum, para dar comienzo a una nueva etapa en la que se espera un reencuentro con los orígenes de Duko.