Este 29 de diciembre llega Berlín a Netflix, la tan esperada serie spin-off de La casa de papel. Esta superproducción tiene como núcleo al antihéroe homónimo, quien se convirtió en uno de los preferidos por los espectadores, por lo que muchos se preguntan “¿qué puede fallar?”.
Efectivamente, nada falla, pero todo cambia. Aquellos fanáticos del atraco a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre de España pueden estar seguros de que la acción no faltará. Sin embargo, no se trata de una historia que busca imitar en el estilo a su “nave nodriza”.
Partamos de lo obvio. En primer lugar, el elenco se renueva, con excepción de Pedro Alonso, Itziar Ituño y Najwa Nimri, quienes retoman sus papeles originales (Berlín, Murillo y Sierra, respectivamente). Ahora, nuevos talentos españoles se abren paso: Begoña Vargas, Julio Peña, Joel Sánchez y Michelle Jenner; a quienes se les suma con una gran interpretación Tristán Ulloa, el nuevo coequiper de Berlín.
En segundo lugar, ya no estamos en España. París es el nuevo escenario donde el entrañable y controversial antihéroe hará de las suyas. No sorpresivamente será la mise en place de un romántico Berlín, obnubilado por la bohemia Camille, a quien da vida Samantha Siqueiros.
Por último, el punto más revelador, - quizás -, de esta nueva serie del universo de La casa de papel, es su tinte de comedia. Ello podría resultar un poco repulsivo en principio para quienes se acercan en busca del suspense que propiciaba “El profesor”, pero rápidamente ese sentimiento se acalla cuando se comprende que se trata de una serie sobre Berlín, uno de los personajes más risueños y psicóticos - un poco al estilo Guasón/Joker - que dio el streaming en los últimos años.
En este sentido, respondiendo a la pregunta inicial del título de la presente nota, “¿un spin-off a la altura de La casa de papel?”, podemos decir que, - sin ánimos de engañar a los lectores -, esa duda no tiene una respuesta, al menos objetiva. Aquella respuesta depende desde dónde se aborde la serie, con qué expectativas y cuán presente se tenga a la serie original.
De lo que no caben dudas, es de que Berlín es una serie muy atractiva, que mantiene a los espectadores sujetos al sillón y el pasar de episodio en episodio se vuelve una gran adicción. Siguiendo esta tónica, convertirla en una maratón es un gran plan para el fin de semana, o, por qué no, una opción divertida para “cortar semana”.
¿De qué trata Berlín?
Solo hay dos cosas que pueden convertir un día de perros en un día maravilloso: una es el amor y la otra, un botín millonario. Esos son los motores que mueven a Berlín en sus años dorados, cuando aún no tiene noción de su enfermedad ni está encerrado como una rata en la Fábrica de la Moneda. Aquí se dedica a preparar uno de sus robos más extraordinarios: hacer desaparecer 44 millones en joyas como si fuera un número de ilusionismo, y para ello cuenta con una de las tres bandas con las que ha robado en su vida.