Al margen de la prórroga vigente desde este lunes a nivel nacional para afrontar la pandemia, dos localidades de Santa Fe aplicaron nuevamente el aislamiento social, preventivo y obligatorio. En Casilda se decretó la cuarentena más estricta, mientras que en Helvecia se anunciaron medidas más leves.
La cabecera del departamento Caseros fue declarada zona de tranmisión comunitaria y se incrementaron las restricciones por 14 días desde el último viernes. Pasado el fin de semana, la Municipalidad estableció horarios especiales para las actividades esenciales hasta el martes 18 de agosto. Los comercios exceptuados podrán funcionar de 8 a 19, mientras que el delivery se habilitó hasta las 23.
Casilda fue una de las ciudades más golpeadas ante la aceleración de la curva de contagio durante julio. Hasta el momento allí se confirmaron tres muertes por COVID-19 y los registros oficiales dan cuenta de 77 pacientes detectados desde el inicio de la emergencia sanitaria.
A la hora de anunciar la cuarentena, el intendente Andrés Golosetti consideró que se trata de "una decisión difícil". Sin embargo, enfatizó sobre la situación epidemiológica: "Hoy todos tenemos un amigo, vecino o familiar afectado por la enfermedad".
Al norte de la capital provincial, el presidente comunal Luciano Bertossi quedó bajo aislamiento preventivo por contacto estrecho con una persona que dio positivo por coronavirus. El funcionario forma parte de un grupo de 70 habitantes en la misma situación luego de confirmar 19 casos.
Ante esta situación, el Gobierno de Santa Fe ordenó la cuarentena con excepciones correspondientes a la fase 3. Según el Decreto 744/20, las restricciones se implementarán entre el 4 y el 18 de agosto.