Silvano Luciano González es un hombre de 65 años, vecino del barrio Amep de la capital puntana y está procesado desde mayo de 2016 por el delito de "abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el vínculo", en perjuicio de su nieta. El hombre está libre y el fiscal, Marcelo Eduardo Palacio Fernández, pidió 20 años de prisión.
Su nieta, quien en ese entonces tenía 13 años, le contó sobre los abusos que padecía a su tía. La menor explotó luego de que su hermano, de 10 años, le confesara a su madre que el hombre lo obligaba a hacer cosas obscenas.
Según denunció la madre de los menores, e hija del acusado, el 1º de enero de 2015 estaban en su casa, ubicada en la parte trasera de la de sus padres, y dijo que vio que su hijo estaba adelante y que su papá, abuelo del niño, estaba sentado cerca de él.
Ella ya había denunciado a su padre en el año 2000 por abuso y según indicó una fuente judicial, el hombre cumplió tres años de prisión preventiva, pero quedó sobreseído por el beneficio de la duda.
Según informó El Diario de la República, a la mujer le daba inseguridad que sus hijos estuvieran cerca del abuelo. Es por eso que ese 1º de enero cuando vio a su hijo cerca de González le dijo que entrara a su casa y escuchó que el hombre, mientras el niño se alejaba, le dijo "Te cagaste, te cagaste". Entonces cuando el menor entró a la vivienda la madre le preguntó por qué le había dicho eso su abuelo y él le dijo que era porque le insistía en que se sentara en su falda.
Asustada comenzó a indagar al pequeño y le preguntó si había vivido más situaciones de ese tipo y que si había pasado a más. El niño le dijo que siempre le pedía que se siente en su falda, que se bajara la ropa y que se tocara los genitales.
Desesperada llamó a su hija de 13 y le preguntó si también había sido víctima. En ese momento le dijo que no, pero a los días se lo confesó a su tía, dijo que no lo había dicho antes por miedo y por vergüenza. Reveló que su abuelo la manoseaba desde hacía dos años.
Los menores fueron sometidos a Cámara Gesell, ambas pericias dieron positivas. Según señaló la especialista que los entrevistó, los dos "tienen signos compatibles con vivencias de abuso sexual".
Durante la Cámara Gesell, la menor reveló cuáles eran las estrategias del abusador para abalanzarse sobre ella o inducirla a un abuso. Dijo que cuando pasaba cerca de su abuelo él le tocaba la cola, le hacía señas obscenas y se burlaba riéndose. También refirió que el hombre proponía juegos de cartas por ejemplo y que si él ganaba la tocaba.
Ya pasaron cuatro años desde que la madre denunció y si bien el hombre en primera instancia fue procesado por el abuso a la menor, recién en noviembre de 2018 fue procesado por el delito de "corrupción de menores", en perjuicio del niño pero aún sigue en libertad.
Esta libre y quiso suicidarse
El 4 de enero de 2019, González intentó quitarse la vida cuando se tiró al vacío desde el puente que está ubicado entre las ruta 146 y 147. Fue auxiliado por una ambulancia del Sempro y trasladado al Hospital San Luis donde fue intervenido quirúrgicamente por las lesiones que sufrió.
El viernes pasado el hombre fue dado de alta y según contó una fuente con acceso a la causa: "Está en su casa tranquilo", lamentó.
La misma fuente indicó que el intento de suicidio de González se debió a que una joven, de 22 años y nieta de una de las hijas de su pareja, quien consideraba a González como un abuelo, denunció que también fue abusada por el hombre desde hace unos diez años.