El coronavirus no es la única pandamia que tiene en vilo y preocupa a las comunidades del norte provincial. La falta de agua azota tanto a las personas como a los animales que viven en Rivadavia Banda Sur. Piden agua para tomar.
Los pobladores le contaron a El Tribuno que los pozos de donde extraían agua se secaron, y aunque esperan la lluvia también saben sus consecuencias: crecidas de ríos, inundaciones y barro por todos lados. Incluso los vecinos de La Unión tienen pensado realizar una marcha para reclamarle al intenente Leopoldo Cuenca una solución para este histórico y preocupante problema.
Un vecino contó que el año pasado se inauguraron redes de agua y cloacas, y que hasta la fecha no están funcionando. Además, el agua que se extrae con bombas desde los pozos tiene mucha carga de arsénico y es salada. "Cuando no queda otra la tomamos así, salada y todo. Preferimos agua del río o de las cañadas, pero en esta época ya no hay", contó.
Frente a este contexto, la gente de los parajes junta el agua en tachos o bidones para el consumo, y deben esperar semanas la llegada del camión cisterna que envía la Municipalidad. "El intendente Cuenca nos dice que tenemos agua potable, cañerías y que estamos bien. Que no nos hace falta nada y eso no es verdad. Hay mucha gente que no tiene agua ni para tomar", concluyó.