Horas de incertidumbre y el mundo vilo para saber quién era el nuevo elegido por los 133 Cardenales presentes dentro del Vaticano para elegir al nuevo Papa. Miles de fieles en la plaza y finalmente, luego de la fumata, inmediatamente comenzó la ceremonia para presentar a Robert Prevost, que eligió.
Qué significa “Leon XIV”, el nombre que eligió Robert Prevost
El nombre León fue utilizado por varios papas a lo largo de la historia. El más famoso fue León I, conocido como San León Magno (siglo V), quien defendió la doctrina católica frente a las herejías y enfrentó a Atila el Huno. Tomar este nombre puede simbolizar fuerza, autoridad doctrinal y liderazgo en tiempos difíciles.
Por su parte, el número XIV indica que es el papa número 14 que elige ese nombre, siguiendo la tradición numerada. El último antes que él fue León XIII (1878–1903), conocido por su encíclica Rerum Novarum, que abordó la cuestión social y los derechos de los trabajadores. Así, León XIV podría también querer asociarse con esa sensibilidad hacia temas sociales.
Quién es Robert Prevost
Robert Francis Prevost, cardenal estadounidense nacido en Chicago el 14 de septiembre de 1955, es una de las figuras más influyentes de la Iglesia Católica en la actualidad. Desde abril de 2023, se desempeña como prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, tras ser designado por el Papa Francisco.
Prevost ingresó a la Orden de San Agustín en 1977, y profesó sus votos solemnes en 1981. Se formó académicamente en la Universidad de Villanova, donde obtuvo su licenciatura en Matemáticas, y luego completó estudios en Divinidad en la Catholic Theological Union de Chicago. Más tarde, obtuvo un doctorado en Derecho Canónico en la Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino en Roma.
Uno de los aspectos más distintivos de Robert Prevost es su fuerte vínculo con América Latina. En 1985 fue enviado como misionero a Perú, donde trabajó durante décadas en la Prelatura de Chulucanas y en la Arquidiócesis de Trujillo. Se desempeñó como formador de seminaristas, vicario judicial y profesor de seminario, estableciendo una profunda conexión con la comunidad local.
En 2014, el Papa Francisco lo nombró administrador apostólico de la diócesis de Chiclayo, y al año siguiente fue consagrado como obispo titular de esa diócesis.