El cáncer de mama es la principal causa de muerte por cáncer en mujeres latinoamericanas. Pero hay una realidad mucho más compleja detrás de las estadísticas y tiene que ver con las posibilidades de sobrevivir que marcan, sin dudas, los recursos y las posibilidades dependiendo la clase social.
Mientras en algunos países, el diagnóstico temprano y los tratamientos avanzados son una realidad; en otros, el acceso sigue siendo un privilegio.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en América Latina se registran más de 200.000 nuevos casos por año. Sin embargo, la detección temprana sigue siendo un desafío. En países como Chile, Uruguay o Argentina, los programas de mamografías están más consolidados. En cambio, Centroamérica y el Caribe enfrentan tasas de diagnóstico tardío superiores al 60%, donde muchas mujeres llegan al hospital con la enfermedad ya avanzada.
Qué sucede con los registros en la región
Uno de los mayores problemas que se presenta es la falta de registros nacionales de cáncer. Menos del 20% de los países cuenta con un sistema actualizado que permita conocer con precisión cuántas personas enferman y mueren por cáncer de mama.
Sin esa información, las diversas gestiones estatales no pueden diseñar políticas efectivas ni asignar recursos de forma equitativa, lo que perpetúa un ciclo de invisibilidad y desatención.
En muchas zonas rurales o barrios periféricos, los servicios de salud son escasos. Las mujeres deben viajar largas distancias para realizarse una mamografía o iniciar un tratamiento. A eso se suman las barreras económicas, el miedo al diagnóstico y el estigma que aún rodea la enfermedad en varias comunidades.
A raíz de esto, cientos de mujeres que podrían salvarse, mueren por falta de oportunidades y de información.
Cómo puede revertirse la situación en la región
Especialistas coinciden en tres pasos clave para revertir la tendencia:
- Crear y fortalecer registros oncológicos confiables y públicos.
- Garantizar el acceso gratuito y equitativo a mamografías y diagnóstico temprano.
- Asegurar tratamientos disponibles en todo el territorio, no solo en grandes ciudades.
Mientras tanto, las organizaciones sociales y médicas siguen siendo fundamentales para visibilizar el problema y acompañar a las pacientes.
Cabe mencionar que en Argentina, en las principales ciudades de las distintas provincias, tiene lugar el llamado “Octubre rosa”. Mediante esta campaña se facilita el acceso a los controles ginecológicos y mamarios fundamentales para una detección temprana de enfermedades. Es importante resaltar que todas las mujeres deben realizarse al menos una vez por año estos chequeos.