Amamos el ajo, odiamos el ajo. Sin dudas, es un producto que marca una profunda grieta gastronómica. Sin embargo, los especialistas hablan muy bien de él: está catalogado como un superalimento.
Los monjes medievales lo consumían crudo para protegerse de las pestes, pero actualmente es clave para darle un upgrade a los platos de todo el mundo.
![Manteca de ajo: un dip ideal para esperar la cena](https://www.viapais.com.ar/resizer/v2/ELVWCIXCSJEOTE7ACZXBM2AYPA.jpg?auth=2d8662fcc7c183f37e0d9ae2e612fc49e731a429db65d7715ad7afd0756b196c&width=1280&height=720)
Además de su cualidad antiséptica, el ajo reduce el nivel de grasa en la sangre, lo que permite bajar los niveles del llamado colesterol “malo” y ayudar a regular la función del tiroides. También normaliza los niveles de tensión arterial, refuerza las defensas y es expectorante.
Si todos estos beneficios te interesan y querés conocer de qué otra manera se puede utilizar el ajo, te traemos una preparación ideal para picadas, para entradas, para esperar la comida o para saborear junto a un rico vaso de cerveza: una deliciosa manteca de ajo.
Cómo se prepara la manteca de ajo
Ingredientes
- 2 cabezas de ajo
- Aceite de oliva
- Manteca
- Perejil
- Sal
Preparación
- Separamos los dientes de ajo, los pelamos y disponemos en una fuente con abundante aceite de oliva. Chequear que no queden amontonados para su correcta cocción.
- Cuando estén dorados, los retiramos del horno.
- Metemos en un recipiente y mixeamos las dos cucharadas de manteca, un poquito de perejil, sal y los dientes de ajo. También podemos hacer este paso en una licuadora o procesadora.
- Una vez que tengamos una consistencia pareja, lo pasamos a un cuenco y está listo para llevar a la mesa. Podemos untarlo en pan, tostadas o, por qué no, usarlo como aderezo sobre carnes.