El 16 de febrero se considera el Día Mundial de las Almendras para reivindicar todos sus nutrientes. Esta semilla fue el primer fruto seco cultivado por el hombre y a lo largo de su historia se descubrieron todas las propiedades que aporta a la alimentación.
Este cultivo proporciona una buena cantidad de nutrientes al organismo con tan solo ingerirla junto a las comidas. Algunos de sus beneficios son ricas en grasas insaturadas y contienen 3.5 gramos de ácido linoleico por porción, lo que ayuda a mantener los niveles normales de colesterol en la sangre.
Reemplazar las grasas saturadas con grasas insaturadas en la dieta ayuda también a mantener los niveles normales de colesterol. Las almendras son una buena fuente de energía además de traer beneficios para el sistema circulatorio y el corazón. Su alto contenido de fósforo y magnesio favorencen a unos dientes y huesos fuertes.
Cuál es la mejor manera de comer almendras
La forma más común de consumir almendras es de un puñado crudas con su piel o incorporándolas a ensalada, batidos o postres. Pero también dependerá de cuáles sean los beneficios que se quieran extraer de este fruto y del tipo de dieta.
Si se desea mantener una alimentación equilibrada y no subir de peso es mejor tomar las almendras crudas, cuanto más naturales mejor. Mientras que las almendras tostadas pierden parte de sus propiedades antioxidantes al ser cocinadas.
Sin embargo, las almendras tostadas sin cáscara facilitan al organismo el almacenamiento de la insulina. También es beneficioso para el sistema inmunitario, la cicatrización de heridas y ayuda a metabolizar las proteínas.
De todas formas, antes de tomar decisiones en cuanto a la alimentación u optar por un tipo de dieta determinada, es necesario recurrir a una consulta con un nutricionista profesional, quien indicará el plan de alimentos mejor sugerido para cada paciente y sus necesidades.