Cómo adoptar un segundo perro o gato sin fallar en el intento

Agrandar la familia animal puede lograrse, pero es necesario seguir una serie de consejos que nos facilitarán nuestra vida y la de los amigos peludos.

Cómo adoptar un segundo perro o gato sin fallar en el intento
¿Se puede? Cómo adoptar un segundo perro o gato sin fallar en el intento

¿Estás pensando en agrandar la familia perruna o gatuna? No sos el único. Cada vez son más las personas con mascotas que buscan adoptar un segundo (¡o tercero, o incluso más!) gato o perro para su hogar. Los amantes de los animales son así: saben que la alegría se comparte aún más de a muchos.

Son amplias las ventajas de traer un segundo perro o gato a nuestra casa. Otra mascota permitirá que nuestro gato o perro que ya tenemos pueda jugar con otro ser de su especie, mejorará su estado anímico, y hará compañía cuando no estés. Pero si bien los beneficios son enormes, los miedos están a la orden del día: ¿y si se llevan mal? ¿Qué pasa si no pelean o no comparten?

Consejos para traer un segundo animal a nuestro hogar

Si bien cada animal es su propio mundo, y el seguimiento de un veterinario es ideal en esta etapa de cambio en sus vida, los expertos recomiendan una serie de tips a tener en cuenta cuando pensamos traer un segundo perro o gato a casa. Seguirlos puede ser la clave para evitar peleas y una mala presentación entre ambos.

  • Introducción gradual: Es importante hacer la introducción gradualmente. Primero, permití que los animales se huelan a través de una puerta cerrada, y luego que se vean entre sí desde una distancia segura. Luego, podremos empezar a dejarlos interactuar bajo supervisión estrecha.
Las mascotas, parte esencial de la familia
Las mascotas, parte esencial de la familia
  • Separación: Los animales deben tener áreas separadas para dormir, comer y usar el baño. De esta manera, cada uno tiene su propio espacio y puede relajarse sin sentirse amenazado. Seguramente con el tiempo pasen más tiempo juntos (¡qué adorables cuando duermen a la par!) pero esto debe ser una decisión consciente de ellos.
  • Igualdad: Tratá a ambos animales con igualdad y no muestres preferencia por uno sobre el otro. El recién llegado no es el consentido del hogar, y el que ya estaba no tiene prioridad. También asegurate de que ambos reciban suficiente atención y tiempo de juego.
  • Alimentación: Alimentá a los animales por separado y mantené los tazones de comida alejados para evitar cualquier tipo de confrontación. Aparte de que hacerlos compartir puede llevar a pelea, también puede que su alimentación sea distinta y que no deban comer los mismos tipos de alimentos: especial cuidado si tenemos perros y gatos bajo un mismo techo.
  • Juguetes: Proporcioná juguetes y actividades separadas para cada animal para evitar que compitan por los recursos. Si bien es bueno estimular el juego conjunto, y algunos juguetes pueden ser de ambos, es también importante saber cuándo marcar qué es de cada uno.
  • Paciencia: Nunca está de más. Sé paciente y no fuerces la interacción entre los animales. Permití que se ajusten a su propio ritmo y no te desanimes si hay algunos enfrentamientos al principio. Puede ocurrir, pero lo más seguro es que, cuando agarren confianza, todos serán familia.
Los gatos y perros también pueden ser amigos, pero es clave una buena presentación
Los gatos y perros también pueden ser amigos, pero es clave una buena presentación
  • Estímulo: Proporcioná estímulos positivos como golosinas y elogios para reforzar el comportamiento amistoso y mantener un ambiente relajado. Cada vez que se comporten de buena forma y muestren aceptación, haceles entender que es lo correcto con un premio.

¿Qué pasa si se llevan mal?

Tranquilo. Es común que las mascotas tengan algún tipo de enfrentamiento o pelea entre sí, especialmente cuando se introducen por primera vez o si compiten por recursos como la comida o el espacio. Si notás que la cosa puede ponerse fea, separalas para evitar que se lastimen. Podés utilizar una puerta, una habitación separada o una jaula para mantenerlos separados temporalmente.

Asegurate de que ambas mascotas estén a salvo y no presenten lesiones. Si hay alguna lesión, llevalas al veterinario de inmediato. Las interacciones deben siempre llevarse a cabo con supervisión estrecha. Si las peleas continúan y no podés solucionar el problema por tu cuenta, considerá buscar la ayuda de un profesional, como un entrenador de animales o un veterinario especialista en conducta.