Tras un prolongado silencio de casi un año, Viviana Canosa sorprendió al regresar a los medios como parte de la programación de Radio Rivadavia. La periodista, conocida por su estilo confrontativo y sin filtros, había dejado su programa en El Observador y su ciclo en La Nación+ a finales del año pasado, lo que generó especulaciones sobre un retiro definitivo. En un contexto político convulsionado, su regreso era esperado por una audiencia que pedía su retorno al debate público.
Durante su ausencia, Canosa se vio envuelta en rumores de un supuesto acercamiento con el expresidente Alberto Fernández. Estas especulaciones incluyeron celos por parte de la primera dama, Fabiola Yáñez, y comentarios picantes de figuras como Mirtha Legrand. Sin embargo, su reaparición en la radio no se centró en este escándalo, sino en un duro descargo contra los medios, la política y el gobierno actual.
El descargo de Viviana Canosa tras estar meses sin aparecer en los medios
Viviana Canosa comenzó su editorial en Radio Rivadavia comparando su tiempo alejada de los medios con un “embarazo”. “Fueron nueve meses sin aire, mucho tiempo, es todo un embarazo... y yo pasé por todas las etapas”, expresó. Según la periodista, su salida no fue por elección sino una consecuencia de decir la verdad: “Al comienzo me sentía una estúpida porque el único delito que había cometido fue decir la verdad”.
La conductora lanzó fuertes críticas a los medios que la alejaron. Para ella, expresar su opinión tuvo un costo alto, equiparable a quedarse sola en un salón lleno de gente: “En un momento se me vino a la cabeza esa imagen de cuando la maestra o la directora pregunta quién hizo tal cosa y cuando mirás para atrás solo vos habías levantado la mano. Y te quedabas solo, escrachado”. Canosa aseguró haber aprendido que en la política “se puede perdonar casi cualquier cosa, menos la verdad”.
Pero el blanco principal de su furia fue el gobierno, específicamente el de Javier Milei. Canosa no dudó en calificarlo como una administración que teme a la libertad de expresión: “Este es un gobierno que le tiene pánico a la libertad de expresión. Yo pasé de ser una periodista amiga a que pidan mi cabeza en La Nación+ y El Observador”. Según ella, la sinceridad la dejó fuera de los medios y la colocó en una posición peligrosa: “Ser sincera y decir la verdad es algo peligroso en estos tiempos”.