El paso del tiempo y todo lo que conlleva es una de las grandes preocupaciones de Paula Chaves, y recientemente lo dejó en evidencia cuando no pudo contener las lágrimas durante una transmisión en vivo. Su llanto reflejó una angustia profunda y sincera.
La conductora de Tapados de Laburo, el ciclo que se emite en Olga, confesó que lo que más la moviliza es ver cómo sus hijos, Olivia, Baltazar y Filipa Alfonso, van creciendo rápidamente y poco a poco dejando atrás la infancia. Esa sensación de que los momentos pasan demasiado rápido la invade de nostalgia.

En medio de una mudanza y atravesando días cargados de emociones y mucho estrés, Paula no logró sostenerse y se quebró frente a las cámaras. Afortunadamente, sus compañeros de trabajo estuvieron presentes para acompañarla y brindarle contención en ese instante tan sensible.
El triste momento que vivió Paula Chaves en vivo
Durante la transmisión de Tapados de Laburo, en Olga, Paula Chaves no pudo contener la emoción y terminó quebrándose al aire mientras dialogaba con sus compañeros. Todo comenzó cuando Evelyn Botto la notó distinta y le preguntó: “¿Qué pasó Pau?”, a lo que la modelo respondió con sinceridad: “Estoy desequilibrada”. La situación generó preocupación y Nacho Elizalde intentó indagar: “¿Es la mudanza? ¿El perro?”, mientras que Botto acotó: “Es todo. Va a cumplir 41 el sábado…”.
Entre lágrimas y conmovida por la temática que estaban tratando, Chaves expresó: “Se pasa (la vida) muy rápido, en serio. Siento que siempre lloro por lo mismo. En la misma época del mes (se tentó, entre lágrimas). ¡Ay! Pero de verdad...”. Ante su visible llanto, Evelyn pidió ayuda al equipo: “Tráiganle una servilleta, por favor”.
Al mirarse en el monitor, Paula intentó desdramatizar, aunque sin dejar de mostrar su angustia: “Estoy desfigurada. Es que en algún momento (mis hijos) van a dejar de mirar los dibujitos, van a salir, van a tomar alcohol. Ay, sigan... Es que arrancamos el programa hablando del paso del tiempo”, cerró entre sollozos, dejando en claro la sensibilidad que le genera ver crecer a sus hijos y el inevitable paso de los años.
El desahogo de Paula Chaves dejó en evidencia una de las inquietudes más universales: la sensación de que la vida avanza demasiado rápido y que la niñez de los hijos se esfuma casi sin darse cuenta.