Tras unos días de descanso y compromisos laborales en Brasil, Wanda Nara volvió a Buenos Aires en medio de la polémica por la revinculación de sus hijas con Mauro Icardi. El esperado reencuentro se vio ensombrecido por una infracción del futbolista, quien organizó un encuentro con varias personas, entre ellas su actual pareja Eugenia ‘la China’ Suárez. Esto fue en contra de lo dispuesto por el Ministerio Público Tutelar, que establecía que el reencuentro debía ser privado, solo entre el padre y las niñas.

En ese marco, Wanda llegó al país el lunes por la noche y se dirigió directamente a su hogar para reencontrarse con sus hijos. Al llegar, la esperaba una sorpresa cargada de emoción que la conmovió profundamente.
La sorpresa que le realizaron los hijos de Wanda Nara
Todo comenzó con una puerta cerrada y un cartel hecho a mano. “Seguí la flecha”, se leía en letras infantiles adornadas con corazones dibujados con birome azul. “Te amamos ma”, agregaba el mensaje. Al encontrarse con ese papel en la entrada de su casa, Wanda se quedó quieta por unos segundos. Luego de varios días fuera, solo esperaba el reencuentro habitual con sus hijos, pero esa simple hoja convirtió su llegada en una escena íntima, cargada de ternura y significado.
“Voy a llorar”, se la oyó decir mientras, con el celular en mano, comenzaba a grabar el recorrido. En el suelo, pétalos de flores formaban un camino que atravesaba el hall, acompañado por velitas encendidas que daban un clima especial. En una mesa de arrime, otra nota escrita a mano la esperaba: “Abrí la puerta, falta poco para la sorpresa”. Con la voz quebrada, Wanda siguió avanzando. “Me muero, ¿dónde están?”, preguntó. La respuesta la encontró al girar en el pasillo: allí estaban sus hijas, esperándola con sonrisas, abrazos y muchas fotos. Más tarde, escribió en sus redes: “Soy la mamá más afortunada”. Por todo el piso, carteles decían “Bienvenida mami”. A la escena se sumaron luego sus tres hijos varones, fruto de su relación con Maxi López. En la última imagen compartida, la familia entera posaba unida, sonriente y abrazada frente a la cámara.
El gesto de sus hijas fue un contraste marcado con los días anteriores. Wanda Nara había viajado a Brasil por compromisos profesionales, pero su ausencia coincidió con un momento clave: una nueva instancia de revinculación entre Mauro Icardi y las niñas. Según lo dispuesto por el Ministerio Público Tutelar, el encuentro debía realizarse sin la participación de terceros. Se trataba de una situación delicada, destinada a reconstruir el lazo entre el padre y sus hijas. Sin embargo, las condiciones estipuladas no fueron respetadas.