Máxima Zorreguieta es uno de los nombres más distinguidos en Argentina. Luego de graduarse de Economista en la Universidad Católica Argentina (UCA), se enamoró del príncipe Guillermo de Países Bajos en 1996 y conformó una historia de amor sin final.
“Te amo, Máxima. Quiero compartir mi vida, mi futuro, mi reino contigo. ¡Quiero que nos casemos!”, habría expresado el actual rey de Países Bajos al pedirle matrimonio a Zorreguieta en el Palacio Huis Ten Bosch.
Ahora bien, previo a su historia con el monarca, la economista gozó de otros amores caracterizados por sus altos estatus en la sociedad.
Estos son los exnovios de la monarca de Países Bajos
- Tiziano Iachetti
El primer pretendiente que se conoció de la monarca es Tiziano Iachetti. Se encontraron durante la secundaria y tuvieron una historia de amor adolescente.
Pese a su historia, medios aseguran que Zorreguieta decidió romper el vínculo cuando su vida universitaria y prácticas en Mercado Abierto S.A. se volvieron un impedimento en su romance.
- Max Casá
Otro de los romances más sonados de la economista fue el que tuvo con Casá, un chef reconocido por su participación en el programa ‘Todo Dulce’. La relación fue breve y duró solo por la primavera.
- Federico de Álzaga
Con este romance, Máxima escaló a la alta sociedad. Su relación comenzó con una amistad y floreció como una historia de amor.
Durante su vínculo, la economista pudo conocer las costumbres del círculo prestigioso de Argentina. No obstante, pese a su nuevo estilo de vida, culminó su relación cuando decidió irse del país.
- Los romances “fugases” de Máxima
Tras su romance con Álzaga, comenzaron los rumores sobre sus “affaires” en Nueva York. Entre ellos, se encuentra un exitoso banquero, un piloto de United Airlines y Christopher, un hombre vinculado con la corona británica. Ninguno prosperó.
Cómo es la historia de amor entre Máxima y Guillermo de Países Bajos
Finalmente, la monarca conoció al rey en una fiesta en Sevilla, España, a la que fue invitada por su amiga Cynthia Kauffman.
Al principio, la primera impresión de la economista sobre el príncipe no fue del todo positiva. Debido a sus pocas habilidades en el baile, le dijo en tono juguetón: “Estás hecho de madera”.
La actitud extrovertida de Máxima cautivó al entonces príncipe. Pese a que la argentina regresó a Nueva York, se encendió la chispa y en 2002 se casaron.