Carmen Barbieri conmovió a la audiencia en su programa Mañanísima (eltrece) al hablar sobre uno de los episodios más dolorosos de su vida: el diagnóstico de cáncer de su hijo, Fede Bal. La conductora, conocida por su fuerza y franqueza, abrió su corazón y compartió detalles del difícil camino que recorrió junto a su hijo.
A principios de octubre de 2024, en medio de la polémica por la propuesta de Javier Milei de cerrar el Hospital Nacional de Salud Mental Laura Bonaparte, Carmen aprovechó para destacar la importancia de la salud pública y cómo los hospitales han sido una parte crucial de su vida.
Barbieri no dudó en rememorar los duros momentos que atravesó, no solo con Fede, sino también con la enfermedad de su exmarido, Santiago Bal. “Estuve más tiempo de mi vida en un hospital con los médicos”, confesó.
El recuerdo de Carmen Barbieri sobre el diagnóstico de cáncer de Fede Bal
Desde el comienzo de su relación con Santiago Bal, Carmen sabía que el cuidado médico sería una constante en su vida. “Me enamoré de un hombre que me dijo ‘vas a tener que saber dar inyecciones’”, recordó la conductora. Con el tiempo, se convirtió en una especie de “médica frustrada”, como ella misma se define, y enfrentó las enfermedades de los hombres más importantes de su vida con entereza.
La situación más impactante ocurrió cuando a Fede le diagnosticaron cáncer. “De golpe le apareció un tumor y era cáncer”, narró con tristeza, recordando cómo la enfermedad golpeó a su hijo en plena pandemia. Para ella, los hospitales no solo fueron un lugar de tratamiento, sino un espacio donde encontró apoyo emocional en los médicos que la acompañaron en su angustia.
Carmen también habló del papel de Fede durante su tratamiento y cómo, en plena pandemia, él se convirtió en un ejemplo de fortaleza. “Federico salía y posteaba, fue uno de los primeros que habló de eso”, contó con orgullo. En un momento en el que mucha gente tenía miedo de donar sangre o seguir con sus quimioterapias, Fede decidió visibilizar su experiencia para inspirar a otros.
Finalmente, Carmen dejó en claro su postura respecto al cierre del Hospital Bonaparte, resaltando la importancia de la salud pública: “Un hospital nunca puede cerrarse, se tienen que abrir, no cerrarse”. Así, su testimonio no solo fue un homenaje a la lucha de su hijo, sino también un llamado de atención sobre la relevancia de los centros de salud en la vida de millones de personas.