Julieta Poggio es una de las participantes de Gran Hermano con más apoyo del público y es que desde un primer momento se mostró muy sincera con sus vínculos y con sus opiniones. Con Romina Uhrig pasa lo mismo y además se convirtió en una “hermanita” indispensable en la casa porque cocina para todos los que están ahí adentro.
Julieta y Romina rápidamente comenzaron a llevarse bien, a pesar de la diferencia de edad. Y es que la joven actriz y bailarina tiene 20 años, mientras que la exdiputada tiene 34 años. Sin embargo, lograron formar una amistad y ahora son inseparables.
Durante una charla que tuvieron en uno de los sillones del jardín de la espectacular casa, Julieta reveló información y mandó al frente a Patricia Destefani, su mamá. Poggio le contó a Romina todas las cirugías estéticas que tiene madre con tan solo 51 años.
Una por una, todas las cirugías estéticas que se hizo la mamá de Julieta Poggio
“Mi mamá quedó así con las cirugías, sin arrugas”, comenzó contando Julieta mientras hacía la mímica en su cara. “Pero ¿qué edad tiene tu vieja?”, cuestionó Romina muy sorprendida y al escuchar que tenía 51 sostuvo: “Pero es joven para hacerse eso. ¿Tenía muchas arrugas?”. Sin embargo, Poggio sostuvo que no, que tenía que ver con que a su mamá “le encantan las cirugías”.
“Es una hincha pelotas, igual que vos Romi”, aseguró la actriz haciendo referencia a la importancia que la ex política le da a la apariencia y a si se ve “gorda” por televisión. “¿Quedó divina no?”, pregunto Uhrig y recibió una respuesta afirmativa de su amiga.
Entre las cirugías que se hizo Patricia, Julieta nombró las “lolas”, estiramiento de cara, liposucción en las piernas y el abdomen. “Yo no soy así, el extremo”, quiso defenderse Romina, pero la joven retrucó: “Cuando crezcas capaz que sí”, y la exdiputada la dio la razón.
Y luego de una actuación de Romina sobre cómo le quedaría la cara luego de las cirugías, Julieta estalló en una carcajada porque le hizo acordar a su abuela, quien aseguró que también recurrió a los retoques estéticos.