Gran Hermano 2024 vive momentos decisivos para los 9 jugadores que quedan en la casa más famosa del país. El lunes pasado ingresaron a jugar familiares y amigos de los participantes y se generó gran revuelo en el reality.
Sorpresa, llanto y emoción fueron las reacciones de los hermanitos que están asilados hace más de cinco meses. Por parte de Furia ingresó su amiga Rocío, por Virginia su hija Delfina, por Nicolás su amigo Mateo, por Florencia su amiga Sol, por Zoe su mamá Aixa, por Darío su hijo Francisco, por Bautista su hermano Franco, por Emmanuel su amiga Noelia y por Martín su amigo Facundo.
El primero en ingresar fue Facundo y su aspecto y actuación causó gran sorpresa en la casa. El amigo de Martín es chino por parte de sus dos padres, y al llegar al reality comenzó a hablar en chino lo que desconcertó a los participantes.
Luego confesó que era una broma y que, si sabe hablar en español, al encontrarse con su amigo se fundieron en un emotivo abrazo. Con el correr de las horas, los amigos contaron como se conocieron y su relación de amistad.
Cómo se conocieron Martín de Gran Hermano 2024 y su amigo Facundo
Facundo es tiktoker, tiene 25 años y una personalidad carismática y divertida. Martín contó que se conocen desde los 6 años cuando fueron al colegio juntos.
“Los sábados íbamos a un colegio chino justamente para mantener el idioma y aprender y ahí lo conocí. Éramos 15 por curso”, contó Martín.
“Es re loco que nosotros nos conocimos muy de chicos, pero él por un tema administrativo repitió”, agregó Facundo el nuevo jugador.
“Fue porque entré medio trimestre tarde al curso y terminé un curso más abajo”, aclaró Martín.
Luego el amigo del Chino recordó el momento en que volvieron a estar en el mismo curso: “Después volví, nos igualamos y nos reencontramos. El destino. Y ahora estamos acá. Elijo creer. Creo que si no hubiese repetido te habría hablado igual porque siempre te veía y decía ‘este pibe me cae bien”.
“No sé por qué, pero luchábamos cuando éramos pendejos, nos cagábamos a piñas”, comentó Martín recordando su infancia. “Siempre en el colegio chino a la 1 de la tarde teníamos almuerzo y con Martín agarrábamos un granito de arroz para después irnos al recreo a re cagarnos a palos”, agregó Facundo.
“Nos pegábamos pero divirtiéndonos”, agregó Martín.