En las últimas semanas, Sandra atravesó momentos de máxima tensión dentro de la casa de Gran Hermano debido a la falta de cigarrillos, una situación que no solo afectó su estado de ánimo, sino que también la llevó al límite emocional. La escasez del producto generó un profundo malestar en ella, al punto de convertirse en uno de los temas más comentados tanto dentro como fuera del reality.
Ante este panorama, y en un intento por aliviar la tensión, el dueño de la casa más famosa del país decidió intervenir y le propuso a los participantes un particular desafío: si lo cumplían, serían recompensados con algunos atados de cigarrillos. Sin embargo, cuando llegó el momento de concretarlo, Sandra se sintió completamente desbordada por la presión, el estrés acumulado y la ansiedad propia de la abstinencia.

Fue tal su angustia que terminó desistiendo de la propuesta, dejando en claro que su salud mental y emocional estaba atravesando un momento crítico. Este episodio volvió a encender el debate sobre los límites del encierro, la importancia del acompañamiento psicológico en los realities y el rol que juega el consumo de sustancias como el cigarrillo en contextos tan extremos.
El difícil momento que atraviesa Sandra de Gran Hermano con su salud mental
La propuesta de Gran Hermano fue clara: atarse con una soga durante 24 horas. Si bien en un principio Sandra Priore aceptó el desafío, cambió de opinión repentinamente y dejó a todos en la casa completamente desconcertados. “No entiendo nada lo que acaba de pasar”, expresó Santiago del Moro, sorprendido por la inesperada actitud de la concursante.
Luego del revuelo, Sandra explicó las razones que la llevaron a abandonar el reto y compartió una reflexión que tomó por sorpresa a los espectadores: “Me bajé. Quizás sea la oportunidad para dejar de fumar. Estuve 3 días con un sólo cigarrillo... veremos qué pasa”.
Sin embargo, su actitud generó polémica fuera del reality, especialmente porque en otras ocasiones se la había visto al borde de un ataque de nervios por la falta de cigarrillos. Desde el estudio, Virginia Demo no dudó en lanzar una fuerte sospecha: “Seguro tiene algunos escondidos”. A esa teoría se sumaron otras voces: “Yo pienso lo mismo. Se ató para disimular y después se soltó”, comentaron con suspicacia.