Racing Club de Avellaneda se enfrentó a Cruzeiro en la Final de la Copa Sudamericana 2024 en la Nueva Olla de Asunción, Paraguay. Con un estadio lleno, se vivió un partido apasionante y de “infarto” en los minutos finales, que terminó a favor del equipo de Gustavo Costas, poniendo fin a una sequía de títulos internacionales de 36 años.
El equipo de Gustavo Costas volvió a ser campeón internacional después de 36 años, ya que la última vez que lo había logrado fue el 17 de septiembre de 1988, cuando conquistó la Supercopa Sudamericana al vencer en la final precisamente a Cruzeiro.
Así fue el partido entre Racing vs. Cruzeiro
Apenas comenzó el partido, a los 3 minutos, Adrián Martínez recibió el balón en el área, aguantó y, en su intento por girar, perdió la pelota. Esta le cayó a Gastón Martirena, quien con un derechazo marcó el 1 a 0 a favor de Racing.
Sin embargo, a instancias del VAR, el árbitro anuló el tanto debido a una posición adelantada de Maxi Salas en el inicio de la jugada.
Racing continuó buscando y, a los 15 minutos, Gastón Martirena recibió por el sector derecho y envió un centro pasado que, al cerrarse, superó al arquero Cássio y terminó clavándose en el ángulo del segundo palo, desatando la locura de los hinchas de la Academia.
El equipo de Gustavo Costas no se conformó y, apenas cinco minutos después, a los 20 minutos, Maxi Salas desbordó por la izquierda y envió un centro al segundo palo que encontró a Adrián Martínez. Este solo tuvo que empujarla para anotar el 2-0 a favor de Racing.
Después de un flojo primer tiempo, Cruzeiro salió con todo a jugar la segunda parte y rápidamente tuvo su recompensa.
A los 7 minutos, tras una buena jugada colectiva, Kaio Jorge apareció en el área para cabecear solo. Su primer intento fue bien atajado por Gabriel Arias, pero en el rebote la pelota le volvió a quedar al delantero brasileño, quien, con zurda, no falló y descontó para Cruzeiro.
Sobre el final del partido, en el quinto minuto de descuento y con Cruzeiro volcado al ataque, Racing aprovechó un contraataque y lo liquidó con un derechazo de Roger Martínez, sellando la victoria y desatando la locura de toda la familia académica.