Gastón Bossia, su mujer y su hijo emprendieron camino a Europa con grandes planes el 25 de enero. Poco menos de un mes después viven una situación angustiante producto de una estafa.
Luego que Gastón renunciara al trabajo en el Municipio y la familia vendiera la casa, esta familia bahiense emprendió el viaje al viejo continente con la promesa de trabajo.
“En Bahía mi mujer no conseguía trabajo y con el mío como empleado municipal no alcanzaba para pagar los gastos, ni tampoco el geriátrico en el cuál estaba internada mi mamá”, cuenta Gastón.
Ante esta situación y luego de contactarse con una página de Facebook “con un señor llamado Ricardo Troeger el cual se presentó como un alemán que hablaba español. Este hombre mantuvo contacto con nosotros mediante mensajes de whatsapp y varias videollamadas en las cuales nos ofrecía trabajo, casa, comida en Alemania y escuela para mi hijo”, escribió el damnificado en redes sociales.
La promesa de un mejor porvenir llevaron a esta familia bahiense a tomar decisiones: “Vendí todo para poder viajar ya que quería darle un mejor futuro a mis hijos y si podía también ayudar a mi familia renuncié a mi puesto de municipal de 9 años de antigüedad apostando a una nueva vida”.
Nada fue como imaginaron
Las penurias en tierras teutonas comenzaron apenas pisaron tierra luego de 19 horas de viajes con escalas.
“Llegamos a destino y allí fue donde nos dimos cuenta que nada era lo que nos habían prometido, nos llevaron a una casa sin calefacción con siete grados bajo cero afuera. Aquella noche mi mujer y yo tuvimos que dormir abrazados con mi hijo debajo nuestro para cobijarlo de tanto frío”, pero las penurias apenas empezaban.
“Al otro día a las 11 vinieron a buscarme diciendo que a las 13 debía empezar a trabajar cosa que también nos habían mentido, ya que el contrato decía que el trabajo era de 6 a 15 con sábados y domingos libres”, esa fue la segunda decepción para Gastón y su familia.
“Llegué a la fábrica a las 13 y me hicieron trabajar hasta las 3 AM dos días seguidos, al segundo día me sentía mal me hice un test de Covid y me dio positivo de Ómicron naturalmente se contagiaron mi mujer y mi hijo, estas personas no hicieron nada para ayudarnos”.
Pero el relato del bahiense continúa: “Me pagaron solo los dos días que trabaje en esa maldita fábrica y me dejaron en la calle, ante la desesperación busque alguien que necesite personal en algún restaurante o heladería, es así que un italiano napolitano nos dijo de viajar en tren hasta donde estaba él que se encontraba a 10 horas de la ciudad donde estábamos”.
Allí les piden que “trabajemos en su heladería toda la temporada por poca plata”, a cambio de la ayuda recibida en vivienda y comida”.
El sueño del mejor porvenir se hizo trizas y la embajada no puede brindarle ayuda para regresar: “No puedo creer que esto pase en Alemania ya que viví varios años aquí y nada era como es hoy. Vivimos un infierno en menos de un mes y aún hoy lo padecemos. La embajada Argentina nos informó desde acá que no se hacen cargo de pasajes para volver a nuestro país por más que allá un menor de por medio”, afirma lejos de resignarse.
“Buscaremos de salir adelante como sea pero a los que viajen tengan mucho cuidado, nosotros nos quedamos sin nada por estos mafiosos. Esperamos de alguna manera nuestro país nos ayude a volver, más que nada por nuestro hijo de seis años”, se ilusiona la familia de Bahía Blanca.