El mercado financiero y bursátil dio una buena recepción positiva a la oferta de canje de deuda pública realizada por el Gobierno nacional, aunque todavía falta que los acreedores conozcan el detalle de la estructuración de la propuesta y que inicie la negociación.
Los bonos anotaron subas promedio del 9%, como nunca desde el cimbronazo de agosto pasado tras las elecciones primarias. Los bonos internacionales 2017 saltaron 11,3%; el Par subió 9,4%; el Bonar 2037 subió 8,9%; y el Bonar 2020 avanzó 7,9%; entre otros. Por contagio, también mejoraron hasta 8,9% los papeles en pesos.
El riesgo país cayó 12,8%, hasta los 3.475 puntos básicos. El indicador sigue en niveles muy altos, pero su reacción de hoy es una señal dado que quien lo elabora, la banca estadounidense JP Morgan no regala nada.
Donde no hubo una reacción del todo positiva fue en la renta variable. El indicador S&P Merval cayó 0,69%, hasta los 29.894 puntos, y los papeles de las empresas argentinas que cotizan en Nueva York operaron mixtos.
El dólar dio otro saltito intradiario de ocho centavos, por lo que cerró en un promedio bancario de 67,95 pesos. Ese es el dólar para la importación de insumos o bienes de capital. Pero el precio del billete para atesoramiento o turismo se ubicó en los 88,33 pesos.
En la semana que finalizó este viernes, el tipo de cambio mayorista acumuló una suba de setenta centavos. Es el salto más grande desde la anteúltima semana de marzo. Y esto viendo siendo convalidado por el Banco Central, que por medio de sus intervenciones va fijando precios cada vez más altos para evitar el denominado "atraso cambiario".
Gustavo Quintana, de PR Operaciones de Cambio, señaló en ese sentido que el propio Banco Central colocó su postura de venta para este viernes en 65,86 pesos, doce centavos arriba de la de ayer. Y es una estrategia que usó toda la semana.
Los precios bursátiles del dólar volvieron a oscilar. El llamado “Dólar MEP” bajó 3,4% hasta los 99,84 pesos y el “contado con liqui” ascendió 0,5% hasta los 102,64 pesos. Estas cotizaciones vienen siendo seguidas de cerca por las autoridades, que les dan entidad de netamente especulativas.
A través de la comunicación A-6978, el Banco Central resolvió que a partir de este viernes las entidades financieras ya no pueden realizar operaciones de caución bursátil tomadoras ni colocadoras. Fue tras detectar que había bancos privados que estaban inyectando liquidez a las operaciones del “dólar libre”, lo que aumentaba su cotización.
Opiniones, con cautela
Los economistas hasta ahora se muestran cautos sobre el canje de deuda. Hay que esperar a conocer todo el menú para poder evaluarlo. Por ejemplo: falta saber detalles sobre los plazos que propone el Gobierno en materia de amortizaciones de capital e intereses.
Claudio Loser, ex director del FMI para el hemisferio occidental, fue uno de los que analizó la oferta sobre la base de lo que se conoce hasta ahora. Y calculó que la quita final y total que se hará sobre los vencimientos que hay en el camino podría ubicarse en el 45% promedio.
En distintos medios de radio y TV, evaluó que es una “quita grande y ambiciosa” pero que está dentro “de un rango razonable”. E incluso arriesgó que el Gobierno podría estar encaminándose a un acuerdo, porque “hay buenas perspectivas” debido a que “hay una buena propuesta inicial”.
El economista Fausto Spotorno dijo que por el momento no hay mucho para calcular, porque falta conocer por ejemplo los plazos de pago de cada uno de los nuevos instrumentos. Y señaló que la única forma en pensar en una recuperación económica en el mediano plazo, cuando pase la cuarentena, es que Argentina llegue a un acuerdo.
“Un acuerdo con los valores ayuda muchísimo a una recuperación más veloz posterior al coronavirus. Invertir en un país que está en default tiene un costo financiero mucho más alto. Y para la recuperación lo que se va a necesita es inversiones”, dijo el economista del estudio Orlando Ferreres & Asociados.
Uno de los que reapareció es el economista y ex ministro de Economía Hernán Lacunza. Uso su cuenta en la red social Twitter para aproximar una evaluación de lo conocido hasta el momento. También hizo foco en los plazos que no se conocen, porque sin ello "no puede calcularse valor presente, que es lo relevante".
De lo informado por su sucesor, Martín Guzmán, se puede sostener que es una oferta "técnicamente razonable" porque no aplica una quita grande de capital y propone acceso a "cupones crecientes". Y señaló que hasta aquí la oferta es "tácticamente audaz" dado que consiste en "no pagar nada en tres años (menos de lo que vence la semana que viene) y deja margen para negociar".