Considerados por muchas mujeres como una tortura pero por otras tantas como un infaltable al momento de pensar un outfit, los zapatos con taco alto nunca pasan de moda. Aún así, las ventas en el mundo bajaron considerablemente en los últimos años y en regiones como Reino Unido fueron reemplazados por las zapatillas.
Un dato que poco pasa desapercibido es su origen: inicialmente fueron inventados para "potenciar las habilidades de los guerreros persas", según el medio BBC News. El primer calzado del estilo habría aparecido Medio Oriente, con fines militares. A principios del siglo XVI, los persas y los otomanos de Asia occidental eran tremendos jinetes que luchaban sus batallas desde sus sillas de montar. "Eran parte de la vestimenta ecuestre", reveló Helen Persson, curadora de la exposición "Zapatos: placer y dolor" del Museo Victoria y Albert de Londres, al medio local.
La utilidad del zapato por entonces, y muy alejado de los fines de hoy en día, era meramente práctica, considerados como una herramienta para "convertirse en mejores jinetes, mejores guerreros, mejores soldados", dijo la especialista. Poco a poco, y con los encuentros bélicos mediante, el uso del tacón fue expandiéndose por todo Europa.
Fue así que este "zapato persa" fue adoptado por los aristócratas que creían que el uso de esta pieza les otorgaba masculinidad a sus estilos. Quien no se quedó atrás fue Isabel I, que rápidamente exigió un par propio. Otra figura destacada que se prendió a la tendencia fue Luis XIV de Francia. Desde su entorno se rumoreaba que él los usaba para superar su altura: 1,63 cm. y sentirse más poderoso. Como huella propia, pidió que la suela de su calzado fuera roja. Moda que tomó el rey Carlos II de Inglaterra en 1661.
Con el fin de conservar su valor y privilegio en las clases más aristócratas, en 1670 Luis XIV firmó la prohibición a usar tacos rojos a todos aquellos que no fueran miembros de la corte. Las mujeres, poco a poco, fueron incorporando algunos elementos de la vestimenta de los hombres. Lejos aún de poder usar pantalones, tomaron como propio el calzado con altura. Para 1630 el pelo corto, las hombreras y las pipas ya eran elementos "unisex". Moda a la que se le incorporó rápidamente el taco.
Con el tiempo, y fuera del campo de batalla, los hombre comenzaron a percibir este accesorio como "ridículo y poco práctico" por lo que su uso fue disminuyendo en ese sector de la población, a su vez que la industria de la indumentaria y moda femenina crecía.
Hasta la década de 1950, las plataformas estaban hechas principalmente de madera. En 1957, la industria incorporó el polietileno como reemplazo. En la actualidad, según la BBC, "contienen un tubo de acero como refuerzo con una punta de metal en la parte inferior.
Según la investigación, el tiempo promedio que la gente se aguanta estos zapatos es de 1 hora, 6 minutos y 48 segundos y el uso diario facilita lesiones en la columna y patologías que deben ser tratadas especialistas de los pies. Hay algo que no cambió en todos estos años: este tipo de calzado continúa siendo un accesorio que aporta distinción.