Durante la catequesis del Papa Francisco en la audiencia general, en la Sala Pablo VI, una niña subió espontáneamente al escenario, donde se quedó un buen rato bailando, corriendo y aplaudiendo. Cada tanto se acercaba al pontífice para tocarlo.
"Déjenla tranquila. Dios habla a través de los niños. Déjenla, déjenla", dijo Bergoglio a una persona que trató de tomarla para llevarla nuevamente a la platea, cuando advirtió que la pequeña tenía una discapacidad.
En el momento del saludo a los fieles italianos, Francisco observó: "Solo una reflexión: todos hemos visto esta pequeña tan bella, porque es bella, y víctima de una enfermedad, por lo que no sabe lo que hace. Les pregunto algo y cada uno responda en su corazón: ¿Recé por ella? Viéndola, ¿recé para que el Señor la cuide?, ¿recé por su familia?".
"Siempre que veamos una persona que sufre debemos rezar. Y hacernos esta pregunta: ¿Recé por esta persona a la que vi sufrir?", concluyó.