En un tema que sigue siendo un problema silencioso en familias y escuelas de Tucumán, el bullying escolar volvió a estar en el centro del debate. En una entrevista televisiva en el programa Primer Plano (Canal 10 Tucumán), el juez en lo civil y comercial Fernando García Hamilton—quien dictó el primer fallo sobre bullying en Tucumán, sentando un importante precedente— brindó su testimonio sobre esta problemática, relató su trayectoria profesional y explicó los fundamentos del fallo que sentó precedente en la provincia.
Con sensibilidad y firmeza, el magistrado subrayó la importancia de dar visibilidad a estos casos, la dificultad probatoria que enfrentan las víctimas y la responsabilidad que tienen las instituciones educativas cuando no actúan ante estas situaciones. A continuación, el diálogo completo junto a la periodista Romina Aguirre.
-Hoy vamos a hablar de un tema que es un secreto a voces, problema hasta de familias, problemas en los colegios, que es el tema del bullying en los colegios primarios y, fundamentalmente, secundarios en Tucumán. El doctor García Hamilton es quien hizo el primer fallo referido al tema del bullying escolar en Tucumán. Doctor, cuéntenos un poco de su vida.
-“Tengo 49 años, tres hijos. Soy juez en lo civil y comercial desde hace poco tiempo, aproximadamente un año y medio, desde finales de 2023. Antes de eso ejercí la profesión de abogado. Fui ocho años juez de faltas de Yerba Buena. Soy docente universitario”.
-¿Qué enseña?
-“Enseño derecho civil y comercial, pero no a estudiantes de derecho, sino a estudiantes de administración de empresas. Un enfoque un poco diferente”.
-Doctor, usted viene de una familia tradicional de Tucumán. Cuéntenos acerca de sus estudios: ¿dónde los realizó, el primario, el secundario y los universitarios?
-“Me eduqué en un colegio privado de Yerba Buena desde jardín de infantes hasta que egresé de la secundaria, y luego ingresé a la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Tucumán, donde me gradué de abogado en 1998, hace aproximadamente 27 años. Después hice una maestría en Buenos Aires en derecho empresario y me dediqué siempre a la profesión, con algunas participaciones en el ámbito público pero siempre asesorando desde lo legal”.
-¿Su padre?
-“Mi padre es ingeniero, se dedicó siempre a la actividad privada, a la agricultura principalmente”.
-“¿Y tiene algún vínculo con una empresa periodística conocida, La Gaceta?"
-“Exactamente. Él fue director, integró el directorio en alguna oportunidad. Yo también pasé por el directorio de La Gaceta. Estuve cuatro años allí antes de asumir como juez”.
-¿Y su madre?
-“Mi mamá es ama de casa, madre de cinco hijos, y tiene diez nietos. Me está acompañando hoy”.
-¿Cómo ingresó a la justicia?
-“Ingresé por concurso. Empecé a concursar en 2012. Fue un largo derrotero, estuve muchos años concursando. No me quejo de todo el tiempo que tuve que esperar porque me sirvió para ir formándome y mejorando mi performance”.
-¿Y qué pasaba? ¿Usted concursaba, cómo le iba?
-“Siempre me fue muy bien. Muy bien significa ternado. Estuve muchas veces ternado, creo que alrededor de 13 veces, si no me equivoco”.
-¿Trece veces antes de ser designado? ¡Casi un récord, doctor!
-“Creo que en el fuero civil soy el récord”.
-¿Y le daban alguna explicación?
-“Nunca. Pero siempre acepté las reglas del juego porque son los mecanismos constitucionales de elección. Siempre entendí que si realmente tenía vocación, tenía que seguir insistiendo. Y en el camino aprendí muchas cosas”.
-¿Y cuándo lo designan?
-“Me puse muy contento porque realmente tenía mucha vocación por esto que hago”.
-¿Hace cuánto está en esta función?
-“Asumí en diciembre de 2023, hace muy poco tiempo, apenas asumió Jaldo, que destrabó todas las ternas pendientes.
-¿En el ámbito profesional siempre se dedicó a lo civil?
-“Siempre al derecho civil. Soy un completo ignorante en derecho penal. Siempre lo explico: es como ir al oftalmólogo a que te opere de la rodilla”.
-Doctor, usted saca el fallo sobre el tema del bullying. Cuénteme el fallo y los antecedentes o la jurisprudencia en Tucumán.
-“En primer lugar, si me permite, quiero aclarar algo: suele decirse que los jueces deben expresarse solo a través de sus sentencias y no brindar información adicional. Sin embargo, acepté la invitación porque me parece importante el tema. Puede ser útil para muchas familias y muchas instituciones educativas”.
“Respecto a su pregunta, antecedentes jurisprudenciales hay, aunque no tanto en Tucumán. Sí hay casos de otras jurisdicciones, cada uno con sus particularidades. No todos los casos son iguales, no todos merecen la misma condena, y uno debe guiarse por lo que esté alegado y probado en el expediente concreto”.
-¿Y cómo prueba un chico que lo persiguen, que lo atacan? Los colegios normalmente guardan silencio.
-“Es difícil la prueba. Una prueba con mucha incidencia en estos casos son las periciales psicológicas. Los psicólogos pueden determinar casi con certeza si el niño ha sido víctima de una situación de este tipo. En este expediente hubo un informe pericial muy contundente”.
-¿En estos casos de bullying la responsabilidad recae plenamente en la institución educativa?
-“Es una elección del reclamante. Puede dirigir su acción contra quien considere responsable. Hay antecedentes donde se accionó contra los padres de los menores agresores. Pero cabe señalar que muchas veces el menor agresor también es víctima”.
-¿Y cómo se cuantifica la indemnización?
-“Se reclamaba un daño moral y psicológico producido al chico, que se cuantifica en dinero, y también se reclamaban gastos que la madre había tenido que afrontar al cambiarlo de institución”
-¿Sacaron al chico del colegio?
-“Sí, el chico fue retirado y reinsertado en otro colegio, donde se adaptó bien. Esto evidenció que el problema fue puntual en la institución demandada. Cabe aclarar que era un colegio prestigioso, pero entiendo que en este caso puntual no se manejaron como correspondía”.