Malas Influencias, un documental revelador que llegó a Netflix el 9 de abril, ha despertado un fuerte debate en torno a los peligros y efectos del consumo de contenido digital inapropiado en niños y adolescentes. En una era dominada por las pantallas y el acceso irrestricto a la información, esta producción examina a fondo las consecuencias psicológicas, sociales y conductuales que pueden afectar a los jóvenes cuando se enfrentan a materiales nocivos en internet.

A través de conmovedores testimonios de expertos en salud mental, educadores, padres preocupados y jóvenes que han vivido en carne propia las consecuencias del consumo de contenido inapropiado en internet, Malas Influencias se propone generar conciencia sobre una problemática cada vez más visible pero aún subestimada: la exposición sin control de niños y adolescentes al universo digital. El documental no solo expone casos reales que reflejan el impacto devastador que ciertos contenidos pueden tener en el desarrollo emocional y social de los menores, sino que también plantea la urgente necesidad de promover una supervisión activa por parte de los adultos responsables, así como una educación digital integral que prepare a los más jóvenes para desenvolverse de manera segura y crítica en el entorno online. En un contexto donde las tecnologías avanzan más rápido que las políticas de protección y los marcos educativos, la propuesta de este documental es clara: proteger la infancia requiere un compromiso colectivo que incluya a familias, escuelas, plataformas digitales y gobiernos.
De qué trata Malas Influencias, el documental de Netflix
Malas Influencias se sumerge en el intrincado y muchas veces inquietante universo del contenido digital al que acceden niños y adolescentes, poniendo especial atención en el fenómeno de los influencers infantiles. Con un enfoque crítico, el documental analiza cómo la exposición prematura y sin orientación a determinados materiales en redes sociales, plataformas de video y otros entornos digitales puede impactar negativamente en el desarrollo emocional, cognitivo y social de los más jóvenes.

A lo largo de la serie, se presentan casos reales y se recurre a entrevistas con psicólogos, especialistas en educación y profesionales en seguridad infantil para abordar problemáticas como la normalización de comportamientos violentos, la glorificación de estilos de vida poco saludables, la obsesión por alcanzar una imagen corporal ideal, el contacto con discursos de odio y la vulnerabilidad frente a manipulaciones por parte de figuras digitales con motivaciones dudosas.
Lejos de limitarse a señalar los riesgos, la producción también profundiza en los procesos psicológicos que vuelven a este tipo de contenido especialmente seductor —y al mismo tiempo nocivo— para mentes aún en formación. A lo largo de sus tres episodios, Malas Influencias revela el lado oscuro de la viralidad y plantea un interrogante urgente: ¿cómo proteger a la próxima generación de creadores y consumidores digitales frente a una industria que, muchas veces, prioriza la exposición y la ganancia por sobre el bienestar infantil?