Nicole Kidman vuelve a estar en el centro de la escena mediática. Esta vez, la actriz australiana reveló una inesperada razón que la llevó a detener varias escenas de alto voltaje en su último proyecto, un drama erótico que promete generar polémica. Durante el rodaje de Babygirl, Kidman confesó que las intensas escenas de sexo fueron demasiado y tuvo que frenar la producción en más de una ocasión.
La oscarizada actriz comentó en una entrevista con The Sun que el desgaste emocional y físico que le generaron las escenas eróticas junto a Antonio Banderas y Harris Dickinson, su joven coprotagonista, la hicieron reflexionar seriamente sobre sus límites.
“Hubo un momento en el que dije: ‘No quiero más orgasmos. No me importa si no me tocan nunca más en mi vida’”, expresó, dejando claro que la situación llegó a ser verdaderamente incómoda.
El nuevo proyecto laboral de Nicole Kidman
Con 57 años, Nicole Kidman se consolidó como una de las actrices más versátiles y comprometidas de su generación. Desde su aclamado papel en Big Little Lies hasta interpretaciones memorables en Moulin Rouge y The Hours, la actriz no teme a los desafíos, y Babygirl no fue la excepción.
En esta película, Kidman interpreta a una poderosa empresaria que vive un apasionado romance con un joven pasante, lo que añade complejidad a las escenas íntimas, especialmente dada la diferencia de edad con Dickinson, quien es casi tres décadas menor.
Este nuevo film, dirigido por Halina Reijn y con estreno previsto en diciembre, expone la tensión y el poder que su personaje ejerce en su relación. “Era como un intercambio de poder constante, agotador. Hubo momentos en los que simplemente no quería que me tocaran más”, detalló Kidman, describiendo la intensidad emocional que la llevó a necesitar pausas frecuentes en el set.
Un regreso de Nicole Kidman al cine erótico y las comparaciones con Ojos bien cerrados
Para Kidman, no es la primera incursión en un drama erótico, los fanáticos recordarán su icónica actuación en Ojos bien cerrados (1999), de Stanley Kubrick, junto a su entonces pareja, Tom Cruise. Aquella película también exploraba la conexión entre sexo y poder, dejando una marca indeleble en la filmografía de ambos actores.
Sin embargo, Babygirl lleva esta temática a otro nivel, con un enfoque más crudo y realista. Harris Dickinson, coprotagonista del film, confesó que Kidman, en varias ocasiones, le pedía al equipo de filmación que abandonara el set para poder recomponerse en medio de las escenas más explícitas.