Netflix tiene un enorme catálogo de series y películas para todos los gustos. La plataforma de streaming continúa sorprendiendo con sus lanzamientos, en especial, las miniseries de pocos capítulos ideales para maratonear en un solo día o en un mismo fin de semana.
Dentro de los títulos más recientes se destaca una miniserie de solo 4 capítulos que tiene todos los condimentos necesarios para atraparte por completo: es breve, intensa y está basada en hechos reales.

Con solo cuatro capítulos, esta serie británica logró cautivar a los usuarios de Netflix y está entre las más vistas. Gracias a su narrativa conmovedora y actuaciones de lujo, se consagra como una de las mejores producciones del año.
Con apenas cuatro capítulos y una historia tan poderosa como real, Ciudad tóxica se convirtió en una de las series de Netflix más comentadas del momento. Esta producción británica no solo atrapó al público, sino que también recibió una “calificación perfecta” del 100% en Rotten Tomatoes.
De qué se trata Ciudad tóxica, la serie británica de Netflix
Basada en hechos reales, esta serie pone el foco en una tragedia ambiental que sacudió a la comunidad de la ciudad de Corby, Reino Unido, en los años 90.

La trama sigue a tres madres que notan una gran cantidad de nacimientos con malformaciones congénitas. Las protagonistas descubren que la causa está relacionada con la exposición prolongada a residuos tóxicos provenientes de la demolición de una antigua planta de acero, cuyos desechos contaminantes habían sido manejados con total negligencia durante décadas.
Ciudad tóxica cuenta con la dirección de Minkie Spiro, quien logra una atmósfera de tensión constante a través de imágenes potentes. Mientras que el guion, firmado por Jack Thorne, se destaca por su tono comprometido y gran emotividad.

El elenco está encabezado por reconocidas actrices: Jodie Whittaker (Doctor Who), Aimee Lou Wood (Sex Education) y Claudia Jessie (Bridgerton), quienes interpretan a tres mujeres comunes que, impulsadas por el dolor y la injusticia, se transforman en símbolos de resistencia frente a un sistema que intenta silenciarlas.