Un changarín que se las rebusca recogiendo artículos en desuso en un basural sufrió graves quemaduras al estallar una heladera abandonada.
El joven de 22 revolvía los desechos en La Tombina en la búsqueda de elementos de metal (bronce, cobre entre otros) para vender y ganarse unos pesos cuando se encontró una vieja heladera.
Al abrirla, uno de los caños por donde circula el gas refrigerante le reventó en la cara.
Según el parte oficial, el changarín sufrió quemaduras en el rostro y también se vieron afectadas las vías respiratorias.
Familiares lo trasladaron al hospital Schestakow donde permanece internado.