Este es un claro ejemplo del karma, para aquellos que creen en él.
El incidente fue grabado por Marissa Rundell, una madre de 19 años de Rochester, Estados Unidos, y una de las víctimas de Susan Peirez, funcionaria del gobierno estadounidense.
Todo ocurrió en un vuelo entre Nueva York y Syracuse, cuando Peirez, empleada del Consejo de Arte del estado de Nueva York, comenzó a quejarse de que estaba sentada en el fondo del avión y al lado del bebé de Rundell, que no paraba de llorar.
"Llegó al fondo del avión y tiró sus valijas. Y dijo 'esto es ridículo. Es una m... tener que sentarme al fondo", le dijo Rundell al Daily Mail.
La joven madre le pidió que dejara de gritar al lado de su hijo a lo que le respondió que se calle la boca. Ahí es cuando Rundell comenzó a filmar.
Cuando una de las asistentes del vuelo llamada Tabitha se metió, Peirez dijo que trabajaba en el gobierno y le dijo "tal vez no tengas trabajo mañana". Harta, Tabitha llamó a otros miembros de la tripulación para acompañen a bajar del avión.
Luego de que el video se hiciera viral, el director de relaciones públicas del Consejo de Arte del estado de Nueva York, Ronni Reich, le dio una licencia a la funcionaria: "Los empleados del estado deben acatar los mayores estándares, tanto profesional como personalmente. Fuimos notificados de esta situación y comenzamos una investigación. Esta empleada fue removida de su cargo y en licencia hasta que este inconveniente sea resuelto".
En tanto, Rundell dijo que no se arrepiente de haber difundido el video, pero sí de que haya afectado en el trabajo a Peirez.