La pareja de Brad Pitt y Jennifer Aniston lograba despertar un verdadero furor entre sus fanáticos. Es que ambos actores se encontraban en un momento central de sus carreras profesionales, eran jóvenes, lindos y parecían vivir en un mundo perfecto. Sin embargo, cuatro años después todo terminó.
La unión matrimonial de esta pareja, celebrada el 29 de julio de 2000, tuvo de todo. Sin embargo, en aquel entonces poco se supo de lo que estaba ocurriendo dentro de la carpa montada en el acantilado de Malibú. Esto se debió a que cada invitado tuvo que firmar un acuerdo de confidencialidad.
Ahora, ya sin riesgos de ser penados por la justicia, se conocieron detalles íntimos de la ceremonia. Entre los datos que llaman más la atención se puede mencionar que "Brad y Jen" como suelen llamarlos en las revistas del corazón estadounidenses, gastaron un millón de dólares en su fiesta soñada.
El evento tuvo lugar en una propiedad del ejecutivo de televisión Marc Carsey. Para mantener el hermetismo se restringió el espacio aéreo durante la ceremonia y la recepción. A su vez, se montó una carpa blanca para evitar que los novios pudiesen ser capturados por algún fotógrafo desde un helicóptero. Por su parte, el Sheriff del estado de Los Ángeles se encargó de controlar el tráfico. El valor total invertido en seguridad para este evento fue de 76 mil euros.
Además, durante la ceremonia cantó un coro góspel de 40 miembros y se usaron 50.000 flores de una exclusiva florería de Beverly Hills, llamada La Premiére para decorar las 2 hectáreas que tenía el predio. Las plantas elegidas fueron: rosas, glicinias y tulipanes.
Dentro del menú, los invitados comieron camarones, caviar y pizza gourmet acompañada por champagne Dom Pérignon, mientras que los platos principales incluían cangrejo, langosta y carne con pimienta.
"¡Fue fantástico!", había dicho Aniston a Vanity Fair días después de la gran boda.
Otra curiosidad de aquel gran día fue que nunca se pudo ver en su totalidad el vestido que usó Aniston. Oficialmente, solo trascendió una foto en blanco y negro de la pareja. Luego, se filtró una fotografía en la que supuestamente se veía la espalda de aquel traje de bodas, pero la novia nunca confirmó que haya sido así.
Ahora, se supo que el diseño estuvo a cargo de Lawrence Steele y estuvo confeccionado con géneros de seda, satén y decorado con cristales. En sus pies, Jennifer usó unos zapatos de taco de gamuza en color marfil, hechos a medida por el diseñador Manolo Blahnik. Y para su cabeza, la actriz de Friends eligió una corona con perlas y cristales Swarovski, de la cual emergía su velo blanco.
Por su parte, Pitt usó un esmoquin negro de cuatro botones de la marca Heidi Slimane.
En el caso de los padrinos, vistieron trajes de Prada. Y las madrinas, optaron por vestidos de color verde pálido.
La ceremonia contó con 200 invitados, entre los que se pueden mencionar a famosos como Courteney Cox y su esposo David Arquette, Edward Norton, Salma Hayek y Cameron Díaz.
La boda tuvo lugar al atardecer, los novios escribieron sus propios votos y, en ellos, contaron anécdotas graciosas que dejaban en evidencia que Jennifer es friolenta y Brad ama el licuado de banana.
Para finalizar la fiesta, se montó un espectáculo de fuegos artificiales de 13 minutos con dibujos de corazones y caras sonrientes mientras que de fondo sonaba Radiohead, Garbage y Jeff Buckley.
Sin embargo, cuatro años y medio después de la ceremonia soñada, Brad Pitt se enamoró de su compañera de elenco en Mr y Mrs Smith, Angelina Jolie y la pareja se terminó divorciando en medio de un escándalo mediático.
"Todavía me siento muy afortunada de haberlo experimentado. No sabría lo que sé ahora si no me hubiera casado con Brad, realmente lo amo. Lo amaré por el resto de mi vida. Es un hombre fantástico. No me arrepiento de nada de eso y no voy a castigarme por eso. Pasamos siete años muy intensos juntos; nos enseñamos mucho sobre curación y diversión. Nos ayudamos mucho, y realmente valoro eso. Fue una relación hermosa y complicada", reconoció Jennifer años después de la separación.