El clericó, con su mezcla vibrante de vino blanco, frutas frescas y un toque cítrico, es otro aliado perfecto para las Fiestas en Argentina, especialmente durante los días y noches calurosos del verano. Esta bebida es fácil de preparar y te contamos cómo hacer el clásico clericó, popular por ser refrescante en cada sorbo.
Su preparación simple y la posibilidad de ajustar los ingredientes según los gustos individuales lo convierten en un elemento indispensable en la mesa navideña. Las frutas, además de ofrecer un toque visual festivo, absorben los sabores de la bebida, transformándose en una delicia para degustar con cada sorbo.
POR QUÉ HACER CLERICÓ
La frescura del vino blanco se mezcla armoniosamente con la efervescencia de la gaseosa, mientras que el jugo de naranja agrega una nota cítrica que resalta los sabores frutales. La adición de frutas frescas, que absorben los matices del líquido, añade una explosión de colores y sabores que despiertan los sentidos en cada brindis.
CLERICÓ: INGREDIENTES Y PASO A PASO
INGREDIENTES
- 1 botella de vino blanco (preferiblemente seco)
- 1 litro de gaseosa de limón o agua tónica
- 1 taza de jugo de naranja
- 1/2 taza de azúcar (opcional, ajustable al gusto)
- Frutas variadas: naranjas, manzanas, duraznos, uvas, etc.
- Hielo al gusto
PREPARACIÓN
- En una jarra de un litro o más, volcar el vino blanco.
- Agregar la gaseosa de limón, agua tónica o soda.
- Añadir el jugo de naranja.
- Cortar las frutas en trozos pequeños y agregarlas al recipiente.
- Incorporar el azúcar para quienes busquen mayor dulzura y mezclar bien hasta que se disuelva.
- Refrigerar durante al menos 2 horas para que las frutas impregnen el sabor del líquido.
- Servir en vasos con cubos de hielo y rodajas de frutas para decorar.