El restaurante Anchoíta del barrio porteño de Chacarita es uno de los más prestigiosos de Buenos Aires. Para asistir es necesario solicitar una reserva o esperar en la puerta algunos minutos a que se libere una mesa. Su cualidad más destacada son sus quesos y la carta de postres que incluye una perlita especial.
Enrique Piñeyro está a la cabeza del negocioso y se permitió jugar a la hora de bautizar uno de sus platos dulces. Se trata de un desert llamado: “Reversión del famoso alfajor marplatense antes de que lo destruyera el grupo Exxel”.
Este particular nombre hace referencia al clásico alfajor Havanna y denuncia al Grupo Exxel de alterar su sabor original al adquirar la fábrica a fines de los 90. El establecimiento gastronómico fue intimado a “remover de inmediato del menú” el postre, pero Piñeyro no se quedó de brazos cruzados y respondió con una ironía filosa.
En el salón del restaurante, este postre no pasa desapercibido del menú ya que junto a él está adjunta el intercambio de cartas documento entre el responsable de Exxel y el dueño de Anchoíta.
Pero en las últimas horas se viralizó por Twitter el picante intercambio y los usuarios reaccionaron sorprendidos. Los documentos fueron compartidos por el usuario @maghico22 y recibió más de 17 mil “me gusta”. En el post manifestó: “Este nivel de genialidad creativa me emociona”.
La intimación a Anchoíta por el nombre de su postre estrella
En mi carácter de presidente de The Exxel Group S.A., me dirijo a esa sociedad propietaria del restaurante denominado ‘Anchoíta’ a fin de intimarla a remover de inmediato del menú el postre descripto del siguiente modo: ‘Reversión del famoso alfajor marplatense antes de que lo destruyera el grupo Exxel’, bajo apercibimiento de iniciar las acciones legales pertinentes, incluso aquellas orientadas a la reparación del daño ocasionado”, decía el texto intimidatorio.
La respuesta fue de lo más locuaz e inesperada. “En mi carácter de hombre adulto que se hace cargo del niño que fue, me dirijo a Ud. al fin de comunicarle que veo con buenos ojos que haya Ud. dado un paso al frente y confiese ser el responsable del despojo de una de mis reliquias de infancia”, comenzó Piñeyro.
Y siguió con una advertencia: “Acepto sin dudar su convite a dirimir nuestras diferencias en los tribunales, y cruce Ud. los dedos para que ninguno de los jueces que nos toquen en suerte haya probado el famoso alfajor marplatense, antes de que Ud. y su desalmado Grupo Exxel lo destruyeran. Porque si alguno de los jueces llegó a probarlo, deberá Ud. prepararse para recibir un fallo adverso en todas las instancias”.
Para sumar más dramatismo al asunto, el dueño aclaró: “Por si no entendió, no lo removemos nada” e incluyó al final de la epístola una serie de hashtags: “Anchoíta resiste”, “Devuelvannos el alfajor”, “No al despojo de reliquias de infancia” y “Destruir el alfajor es delito”.