¿Existe el pan que no envejece?: la receta es simple y rápida

Este tipo de pan, gracias al contenido de almidón de un ingrediente, ayuda a mantenerlo más fresco en comparación con los otros.

¿Existe el pan que no envejece?: la receta es simple y rápida
Cómo es la receta del pan que no envejece.

Hay un tipo de pan que se convirtió en un clásico en los hogares, gracias al toque especial de una verdura: la papa. Este pan no solo destaca por su increíble sabor, sino que también tiene una mayor duración si se almacena adecuadamente y no hay que ser un chef para prepararlo.

Si se conserva de forma correcta, este tipo de pan se conserva por más tiempo que los otros.
Si se conserva de forma correcta, este tipo de pan se conserva por más tiempo que los otros.

Cuáles son los beneficios del pan de papa

  • Mayor suavidad: La papa en la receta aporta una textura más suave y esponjosa al pan, haciéndolo más agradable al paladar.
  • Larga duración: Gracias al contenido de almidón de la papa, el pan tiende a mantenerse fresco durante más tiempo en comparación con otros panes.
  • Valor nutricional: La papa es una buena fuente de vitaminas y minerales, como vitamina C, potasio y fibra, que se transfieren al pan durante la cocción.
  • Hidratación mejorada: La papa ayuda a mantener el pan hidratado, evitando que se seque rápidamente y prolongando su vida útil.
  • Sabor suave: El pan de papa tiene un sabor ligeramente dulce y suave, lo que lo hace versátil para diversas preparaciones y acompañamientos.
  • Menos necesidad de conservantes: Debido a su capacidad para mantenerse fresco por más tiempo, puede requerir menos aditivos y conservantes en su preparación.

Cómo es la receta del pan de papa

Ingredientes:

  • 125 g de puré de papas.
  • 125 cc de agua.
  • 50 g de azúcar.
  • 500 g de harina.
  • 2 huevos.
  • 25 g de levadura fresca.
  • 30 g de manteca.
  • 20 g de sal.

Paso a paso:

  1. Disolver la levadura en un poco de agua.
  2. Mezclar todos los ingredientes secos y añadir el puré de papa y los huevos.
  3. Incorporar la levadura disuelta en el agua.
  4. Agregar gradualmente el resto del agua hasta obtener una masa que no se adhiera a los bordes del recipiente.
  5. Incorporar la manteca.
  6. Continuar amasando en una superficie hasta obtener una masa homogénea.
  7. Formar bollitos del tamaño deseado y dejarlos levar.
  8. Colocar los bollitos en una placa previamente enmantecada y dejar que leven hasta duplicar su volumen.
  9. Hornear a 180°C hasta que estén dorados.