La producción vitivinícola es sin dudas una de las más importantes de la Argentina, siendo su consumo internacional y cargando con un gran prestigio.
El Malbec, Torrontés, Cabernet Sauvignon o el Merlot son algunas de las delicias en cuanto vinos que se pueden disfrutar en el país acompañados de los mejores cortes de carne disponibles en el mundo, configurando de esta manera una gastronomía sin igual.
Crece el área dedicada al Pinot Noir en el país
Si bien la Argentina contaba ya con vinos Pinot Noir, esta cepa se encuentra en auge creciendo tanto su producción como comercialización en el país, encontrándose en las mayorías de las provincias vitivinícolas.
Es en este sentido que, un informe elaborado por profesionales del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) a propósito del día internacional del Pinot Noir, que se celebra los 18 de agosto, arrojó que en 2020 se registraron 1.993 hectáreas cultivadas con la variedad, siendo Mendoza la principal productora con 1.468 ha (73,7%).
A aquella provincia le siguen Neuquén, con 239 ha (12%) y Río Negro, con 127 ha (6,4%); luego se ubican Córdoba, Chubut y San Juan, aumentando la cantidad de hectáreas un 10,6% en el período 2010-2020 en todo el país.
En lo referido a la comercialización, en los últimos años se observó un aumento en las ventas de vinos Pinot Noir, tanto en el mercado interno como en las exportaciones, siendo los principales destino EEUU, seguido por Brasil, luego Reino Unido, Canadá y Dinamarca, Alemania y Paraguay.
Cómo es el Pinot Noir
El Pinot Noir se trata de una variedad difícil de cultivar y vinificar; de fina piel y bajos niveles de compuestos fenólicos, consiguiendo vinos con un color claro, cuerpo medio y pocos taninos.
”El Pinot Noir es extremadamente delicada, con lo cual el punto de cosecha, con los procesos luego en la bodega, tienen que ser óptimos, muy precisos; es una variedad que no permite errores en su elaboración”, explicó Matías Ciciani Soler, enólogo de Bodega Escorihuela Gascón, de Mendoza.
”Al ser delicado en su color, taninos y aromas, una mala decisión en su vinificación puede hacer que pierda su potencial. Tan frágil y delicada por un lado, y tan desafiante y difícil de vinificar por el otro”, agregaba Delfina Pontaroli, enóloga de la Bodega Puerta del Abra, de la localidad bonaerense Balcarce.