Muffins, cupcakes y magdalenas parecieran casi lo mismo. Al menos, en suspresentaciones comerciales, todos caben en un pirotín (molde rizado de papel) y se pueden comer a cualquier hora, sobretodo en la merienda y el desayuno. Pero, ¿son lo mismo?
La respuesta consiste en describir sus principales diferencias, ya que son las que harán a estas masas de sencilla elaboración tan particulares.
Los muffins parten de una mezcla de ingredientes que en general contiene manteca y en la que se debe cuidar un detalle: no batir de más. Esto porque la rusticidad y los tropezones de la mezcla darán volumen y rugosidad a su superficie.
Los muffins pueden ser dulces o salados, de hecho esto último es una de sus diferencias más importantes. Con jamón, huevos, quesos, zuchinni y otras verduras se pueden realizar desayunos proteicos y consistentes para empezar el día.
La receta de cupcakes viene de la pastelería estadounidense y también contiene manteca pero, a diferencia de los muffins, solo son dulces. Además, lo que se destaca de estos pequeños bizcochos es que su decorado es protagonista.
Los cupcakes suelen estar cubiertos con una crema llamada frostings y que se basa en manteca o queso crema (parecido al filadelfia que podemos conseguir en Argentina). En una adaptación al paladar local se suele hacer la decoración con merengue italiano.
Los cupcakes pueden ser rellenos y de muchos sabores, en ocasiones reemplazan a la clásica torta de cumpleaños.
Las magdalenas, en cambio, tiene origen en la pastelería francesa y su textura es aireada, suave, esponjosa. No hay magdalenas saladas (a menos que sea un experimento particular) y su sabor es parecido al de un bizcochuelo.
El molde tradiciona para magadalenas tiene forma de concha, por lo que es más bajito que el de muffins. Sin embargo, también se las puede hornear en pirotines y así se las consigue en bolsas elaboradas por marcas industriales.
Receta de muffins integrales de ricota y arándanos con costra de almendras, de Pedro Lambertini
Para 4 gigantes o 7 normales. 400 g de ricota 1 huevo Ralladura de una naranja 1 cdita de extracto de vainilla 45 ml (3 cdas soperas) de aceite común 125 g de azúcar rubia 200 g de harina integral (usé 80 g de la fina y 120 g de la superfina) 2 cditas de polvo de hornear 1/4 cdita de sal 130 g de arándanos 1/2 taza de leche Para la costra 50 g de almendras 50 g de azúcar rubia 20 g mantequilla 1 pizca de canela Precalentar el horno a 160 grados.
Aceitar moldes teflonados para muffins. Sino enmantecarlos y enharinarlos para mayor seguridad. O colocar en las cavidades lo moldes de papel que yo los evito porque no me gustan (y le roban humedad).
Mezclar en un recipiente la ricota, el huevo, la ralladura, el extracto y el aceite. Por otra parte unir los ingredientes secos: la harina, el azúcar, la sal y el polvo.
Agregar los secos a los líquidos intercalándolos con la leche e integrar los arándanos. Para la costra procesar todos los ingredientes hasta obtener un polvo húmedo.
Rellenar los moldes en su totalidad (eso de las tres cuartas partes acá no va), insertar un par de arándanos más en la superficie, colocar una cucharada de la mezcla de almendras y cocinar entre 25 y 35 minutos según el tamaño del muffin. Al insertar un palillo en el centro saldrá limpio de masa (si sale azul habrán apuñalado un arándano). Por favor no lo pasen de cocción, sería una pena. Desmoldar, dejar enfriar y consumir.
Recetas de cupcakes, por Osvaldo Gross
Receta de magdalenas, por Juan Manuel Herrera
Ingredientes: Azúcar 400 grs, Huevos 6 Unidades, Harina 500 Gramos, Manteca 400 Gramos, Polvo de hornear 20 Gramos.
Elaboración. En batidora montar huevos y azúcar a blanco. Tamizar harina, polvo de hornear e incorporar a la mezcla anterior en forma envolvente. Dejar reposar 30 minutos a temperatura ambiente.
Agregar la manteca derretida en hilo fino. Dejar reposar 20 minutos. Colocar en moldes engrasados. Cocinar en horno a 180º C por 20 minutos.
